Las nuevas tecnologías son cada vez más comunes en nuestro día a día. Es más habitual cada vez que las parejas se conozcan a través de aplicaciones, que consumamos películas o músicas en streaming a través de internet, o que busquemos trabajo sin salir de casa. Poco a poco, internet y los diferentes dispositivos se han introducido en nuestras vidas casi sin darnos cuentas. Amor, amigos, trabajo… y dinero. Y es que, a pesar de que el sector financiero siempre ha tenido fama de ser conservador, poco a poco, las nuevas tecnologías se introducen en el mundo financiero.
¿Qué es una Fintech?
Fintech viene de la unión de las palabras inglesas para Finanzas (Finances) y Tecnología (Techonology). Este tipo de empresas no surgen del corazón de Wall Street, si no más bien de las oficinas de Sillicon Valley. El sector financiero, sobretodo el bancario, por norma general, es un sector fuertemente establecido. Por ello, ha sido un sector que se ha ido acomodando al cambio. Después de todo, cualquier ciudadano, por norma general, necesita abrir una cuenta bancaria.
Esto ha convertido al mercado financiero en un negocio acomodado, que ha basado su modernización en reaccionar a las exigencias de los usuarios, en lugar de innovar. Por ello, estas empresas, inicialmente de origen tecnológico, decidieron competir con las financieras tradicionales, aplicando las últimas tecnologías para aplicarlas al mundo de las finanzas.
Una Fintech es, en resumen, una compañía tecnológica que aplica sus avances al mundo financiero. Esto puede ir desde préstamos online a aplicaciones de control de gasto.
Fintech contra la banca tradicional
Las rencillas entre empresas tecnológicas y sectores ya asentados no son nuevas. Todos conocemos los enfrentamientos entre Uber y los taxistas, o Airbnb y los hoteles. Por ello, hay mucha especulación respecto a una posible guerra entre las Fintech y la Banca Tradicional.
Esto, por supuesto, es complicado que suceda a corto plazo por dos motivios. Por un lado, el sector bancario es un sector mucho más poderoso que el hotelero o los taxistas. Hablamos de un sector que consigue que países enteros les inyecten dinero. Por ello, es muy difícil, a corto plazo, que las Fintech los reemplacen; no obstante, no es imposible.
Por otro lado, muchas Fintech no compiten con la banca tradicional, si no que conviven con ella. Por ejemplo, la fintech española Fintonic es una app que nos conecta con diferentes entidades de crédito, ya sean online o bancos de toda la vida. De hecho, pocas son las Fintech que ofrezcan todos los servicios de un banco, ya que suelen concentrarse en otorgar préstamos, cuentas corrientes o hipotecas, pero raramente todo a la vez.
¿Quiénes han salido más fortalecidos?
Eso sí, en caso de que esta guerra existiese, sin duda, las Fintech han salido más fortalecidas tras la crisis del Covid-19. Mientras que los bancos tradicionales han tenido que asumir grandes pérdidas debido a la Ley de Moratoria de Préstamos e Hipotecas del gobierno, no ha sido así con las empresas tecnológicas. Esto es debido tanto a su negocio más específico, así como a que muchas tienen sedes en países donde la moratoria no se aplica, aunque operen en España.
Igualmente, esto ha sucedido en toda la economía: lo online se ha sobrepuesto a lo físico. Nos hemos acostumbrado a tramitarlo todo desde casa. La pregunta es si, con la nueva normalidad, seguiremos esta tendencia, y si la Banca Tradicional seguirá durmiéndose en los laureles. Porque, en una carrera de fondo, las Fintech son quienes están ganando.