A simple vista puede parecer que el tarot no tiene ninguna relación con la psicología. Y es que para todos es bien sabido que la mayoría de los científicos consideran el arte de la adivinación algo sin fundamentos ni argumentos lógicos. Sin embargo, toda esta visión ha cambiado gracias a Carl Gustav Jung, quien ha sido el precursor del tarot en la psicología, creando una serie de arquetipos a través de los cuales realiza diversos análisis psicológicos.
La teoría de Carl Jung, se basa en la utilización de las 22 cartas de los Arcanos Mayores del tarot para realizar un estudio psicológico de una persona. A continuación, te presentamos detalladamente las diferentes contribuciones del tarot en la psicología.
Carl Jung y su aplicación del tarot en la psicología
El 26 de julio de 1875 nace Carl Gustav Jung, en la localidad de Kesswil, Turgovia en Suiza. Durante su vida, fue quien dio inicio a los estudios del psicoanálisis, llegando a ser el fundador de la escuela de psicología analítica.
Desde su juventud dio indicios de su interés por ciencias poco aceptadas por los científicos como la metafísica, la alquimia y todo aquello que encerraba lo paranormal. También, se sintió inclinado por todo lo referente a la cultura oriental, lo que lo llevó a ser seguidor de la literatura hindú y a practicar I-Ching.
Luego de titularse como psicólogo, se trasladó a Zurich donde trabajaba en el Hospital Mental de Burghoeltxli y en su consulta privada. Además, se desempeñó como profesor en la Universidad de Zurich, época en la que dio origen a la metodología de la asociación de palabras.
Jung fue un gran admirador de Freud, a quien logró conocer en el año 1907 durante uno de sus viajes a Viena. Después de conocerse, ambos doctores entablaron una relación laboral. Jung comenzó a trabajar como colaborador de Freud, y posteriormente, se convirtió en su sucesor.
El tarot como herramienta en el psicoanálisis
La teoría de los arquetipos formulada por Carl Jung, está basada en el tarot como una herramienta para establecer patrones en el inconsciente colectivo. A través de esta técnica, se puede utilizar el tarot como una manera de descubrir lo que se encuentra oculto en nuestro inconsciente. De esta manera, lograr conocer el yo interno de cada persona.
Los llamados arquetipos son el esquema y el rol aceptado por la sociedad, pero de forma inconsciente. Es el comportamiento acentuado de una persona, y el cual puede ser percibido desde la observación de lo que simbólicamente expresa.
El arquetipo es una representación intuitiva de un patrón básico. Son extractos de la vida que se encuentran vinculados con las emociones de un individuo.
¿Qué son los arquetipos y cómo han contribuido en el tarot?
Conocemos como arquetipos a la representación simbólica de los diferentes comportamientos, actitudes y pensamientos más antiguos y que se encuentran ocultos en el inconsciente de un individuo. El psicólogo Carl Jung, logró identificar cinco tipos diferentes de arquetipos, los cuales son:
- El Ánima: que representa la figura femenina en la mente masculina.
- El Animus: que representa la figura masculina en la mente femenina.
- La Sombra: es el fragmento que todo individuo posee, pero que no desea aceptar.
- El Auto: que representa la naturaleza de la psique, es la parte que permite que un individuo se realice.
- La Persona: es el rostro que damos a conocer al mundo externo.
Aplicaciones
Los arquetipos de las cartas pueden ser aplicados en un individuo, así como en una conducta, dividiendo los mismos en las siguientes dos grupos:
- Estereotipos: que significa la personalidad o conducta repetitiva en una cultura o grupo de personas.
- Epítomes: que significa la personalidad o conducta visa desde una perspectiva general o global.
El psicólogo Carl Jung logró relacionar el tarot con la psicología utilizando las 22 cartas de los Arcanos Mayores para realizar análisis de los diversos comportamientos de un individuo, aplicándolas en situaciones específicas.
Jung descubrió que esta popular mancia posee simbolismos que pueden generar beneficios en la psicología analítica, relacionando las diversas ilustraciones con cada uno de los símbolos de la psique del ser humano.
Por medio del tarot como herramienta, Jung aplicó sus conocimientos en psicología para comprender las diferentes situaciones por las que atraviesa un individuo, llegando de esta manera, a conocer el interior del ser humano.
El tarot como herramienta de apoyo en terapia emocional
A pesar de que algunos científicos son escépticos, se ha demostrado la utilidad del tarot como una herramienta con un propósito terapéutico.
Si se visualiza como un manual de consciencia, puede resultar un apoyo para todo lo relacionado con las actividades que se desarrollan durante una terapia emocional.
El enfoque es el de encender aquello que se encuentra apagado o desconectado en nuestro interior y sacarlo a flote en nuestra consciencia.
Son muchos los tarotistas que sin percatarse terminan siendo terapistas del consultante. Por eso, es muy importante que se tenga plena consciencia y responsabilidad de lo que se aconseja, ya que todo lo que se exprese puede llegar a ocasionar daños.
El tarot como un lenguaje simbólico
Un tarotista no es un terapeuta, pero sí puede emplear las cartas como una herramienta de apoyo emocional durante las lecturas de las cartas. Es más, actualmente muchas personas que aprenden el arte de la adivinación son psicólogos, o profesionales en busca de terapias que le permitan completar sus conocimientos.
En conclusión, el tarot puede ser utilizado como un lenguaje simbólico durante el desarrollo de diferentes actividades, ejercicios y prácticas con fines terapéuticos. Todo esto con la finalidad de descubrir el camino indicado, o como una forma de hacer reaccionar a la persona que recibe la terapia emocional, o también como una manera de establecer un vínculo con el paciente.
Todo aquello que requiera un despertar emocional, puede ser llevado como una terapia que involucre simbolismos empleados en las lecturas de cartas. El proceso terapéutico dará como resultado que la persona alcance un nivel de consciencia que le permita resolver todos sus conflictos, llegando incluso a subsanar sus inestabilidades emocionales.