El confinamiento llegó a su fin y, con él, el ahorro de los españoles. Los meses en casa resultaron ser una oportunidad para recortar en gastos y, por tanto, para ahorrar. Pasado este periodo, un 44,3% de las familias no ahorra ni un euro al mes, según una encuesta de la fintech española ID Finance. La apertura de bares, restaurantes y tiendas ha creado nuevamente un escaparate repleto de opciones donde poder consumir. Por ese motivo, cada vez son más las entidades bancarias que están intentando ofrecer productos financieros que ofrezcan ventajas para el ahorro diario, como por ejemplo, el ‘cashback’.
El término ‘cashback’ significa literalmente reembolso o devolución de dinero. Ahora, cada vez son más las entidades bancarias que incorporan esta ventaja en sus tarjetas por tal de ofrecer beneficios o recompensas a los usuarios que las utilicen. Normalmente, esta devolución se aplica al comprar en comercios como supermercados o gasolineras, ya que éstos pagan un porcentaje de esas compras a la entidad bancaria de la tarjeta y, por eso, posteriormente pueden devolver a los usuarios parte del importe.
Sin embargo, es necesario señalar que este tipo de cashback es diferente a lo que se conoce como cashback tradicional. El cashback tradicional se asemejaría al acto de sacar dinero en efectivo en un cajero, ya que consiste en que los clientes pueden sacar dinero en efectivo de la caja de determinadas tiendas al pagar con la tarjeta. La cuantía de ese dinero en efectivo se suma al importe de la compra y se carga en su tarjeta. En cambio, el tipo de cashback al que ahora nos referimos es una devolución del importe de las compras que realizamos con la tarjeta en algunos comercios, lo que supone una ventaja para el comprador porque recupera parte de su dinero.
Cómo funciona
Pero ¿quién nos reembolsa el dinero, la tienda o nuestro banco? La respuesta a esta pregunta es: la tienda. El cashback es posible gracias a los acuerdos que existen entre las entidades bancarias y algunos establecimientos. Los bancos reciben un porcentaje de las ventas de estos comercios y después se los devuelven a sus usuarios en forma de cashback.
La cuantía que se recibe como reembolso es variable dependiendo de la tarjeta, la entidad bancaria y el país. Concretamente, en España, el cashback suele situarse alrededor de un 5% a un 10% de reembolso en las compras. Algunos ejemplos serían la tarjeta de Vivid Money que devuelve un porcentaje variable dependiendo de la tienda en la que se realice la compra, la app Plazo (Google Play / IOS) de ID Finance que te devuelve hasta un 5% en las compras del supermercado, o la tarjeta alemana N26 Business que ofrece un reembolso de un 0,1% en todos los pagos.
Ventajas del cashback
Además, el cashback no solo proporciona beneficios a los usuarios que reciben el dinero de vuelta, sino también a las entidades bancarias y las tiendas. Estas son algunas de sus ventajas:
- Reembolso directo sobre el importe de las compras. Tal y como hemos mencionado, el usuario de forma fácil y rápida puede obtener un descuento en sus compras en forma de pequeños porcentajes de devolución que se ingresa en la misma tarjeta.
- Una herramienta para las tiendas de atraer y fidelizar clientes. Para los comercios, disponer del servicio de cashback también le puede suponer beneficios. En primer lugar, es una forma de generar nuevos clientes que descubrirán este comercio gracias al cashback. En segundo lugar, también ayudará a fidelizar a estos clientes porque seguirán comprando en la tienda al ver que reciben un reembolso por ello. Y, en tercer lugar, les permitirá destacar respecto a la competencia.
Ventaja competitiva para los bancos. Pocas entidades bancarias disponen de este servicio, por lo que para los bancos que lo ofrecen puede significar una ventaja que los diferencia ante los competidores.