«No queremos cancelar las Navidades. Pero no podemos permitirnos el riesgo de que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo se conviertan en eventos supercontagiadores», asegura la comisaria europea de Sanidad, la chipriota Stella Kyriakides. Bruselas ha aprobado este miércoles un conjunto de recomendaciones dirigidas a todos los Gobiernos de la UE cuyo objetivo es mantener la pandemia bajo control durante las fiestas y el resto del invierno, a la espera de que se generalicen las vacunaciones.
El texto veía la luz a la vez que se aprobaba en España otro catálogo, en el seno del Consejo Interterritorial de Salud. Pero las medidas propuestas por el ministro Salvador Illa, tras escuchar a todas las CCAA estas últimas dos semanas no se parecen en nada al plan de Bruselas: autoconfinarse siete días antes y después de las fiestas, sin llevar a los niños al colegio y optando por el teletrabajo.
En estos momentos, cada 17 segundos una persona muere en Europa debido a la Covid-19. Aunque la tasa de contagios empieza a estabilizarse en la mayoría de Estados miembros, un levantamiento prematuro de las restricciones podría provocar una tercera ola, avisa la Comisión.
Según las proyecciones realizadas por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), si los Gobiernos levantan todas las medidas el 7 de diciembre, la tasa de hospitalizaciones volverá a crecer alrededor del 24 de diciembre. Si lo hacen el 21 de diciembre, la presión hospitalaria aumentará ya desde la primera semana de enero.
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