En una reciente operación ejecutada por la Guardia Civil en la costa de Granadilla de Abona, en Tenerife, se han confiscado 2.185 kilos de hachís, distribuidos en 60 fardos. Además, se ha producido la detención de una persona implicada en el tráfico de esta sustancia, quien ha sido acusada de un delito contra la salud pública y posteriormente ingresada en prisión provisional.
Este operativo se originó tras el intercambio de información con la Dirección General de Vigilancia sobre el Territorio Marroquí (DGST), que alertó sobre la llegada de una embarcación desde Marruecos con grandes cantidades de sustancias estupefacientes a bordo. Ante esta información, la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife desplegó un extenso operativo en la zona costera, que incluyó equipos de seguridad ciudadana, de fiscal y fronteras, policía judicial y servicio marítimo, todos ellos apoyados por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) del COS.
El operativo dio sus frutos en la madrugada del 27 de abril, cuando se detectó la embarcación sospechosa a través del SIVE cerca de la playa de los Tarajales. Casi simultáneamente, se observó a dos vehículos todoterreno moviéndose a alta velocidad por un camino no asfaltado cercano a la playa. Los agentes, al verificar la situación en la playa, encontraron una embarcación neumática abandonada, que parecía haber sido usada para el desembarco de los estupefacientes.
Oleada de interceptaciones de estupefacientes en la costas de Tenerife
Los agentes en Tenerife iniciaron la persecución de los vehículos, que ignoraron las órdenes de alto. Uno de los vehículos fue interceptado y en él se encontraron 29 fardos de hachís. El conductor, un conocido narcotraficante de la región y presunto organizador del alijo, fue arrestado en el acto. El otro vehículo también fue detenido con 31 fardos, aunque su conductor logró escapar saltando a un barranco cercano.
Ambos vehículos habían sido modificados para el transporte de la droga, incluyendo sistemas de luces automatizados y la eliminación de asientos para maximizar la capacidad de carga. Además de la droga y los vehículos, se confiscó la embarcación neumática utilizada en la operación.
Esta acción no solo refleja la efectividad de las fuerzas de seguridad españolas, sino también la importancia de la cooperación internacional, especialmente con Marruecos, en el combate contra el narcotráfico y la criminalidad organizada. La operación demuestra la capacidad y el compromiso de las autoridades para interceptar y desmantelar las redes de narcotráfico que intentan operar en y a través de las Islas Canarias.
Tras la intervención en Tenerife, el detenido fue llevado ante el Juzgado de Instrucción de Guardia de Granadilla de Abona, donde se dictó su ingreso en prisión provisional. Este caso subraya la seriedad con la que las autoridades españolas tratan los delitos relacionados con el narcotráfico, reafirmando su posición firme en la lucha contra la distribución y comercialización de sustancias ilegales en el país.
La operación en Granadilla de Abona, Tenerife es un recordatorio claro de los riesgos que enfrentan aquellos que se involucran en el tráfico de drogas y de la vigilancia constante de las fuerzas del orden para proteger la salud pública y asegurar la seguridad de las comunidades en toda España. La colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad y la utilización de tecnologías avanzadas como el SIVE son vitales para mantener la eficacia de estas operaciones y garantizar que los criminales sean llevados ante la justicia.