Matt Schlag, de 43 años, sufre un tumor cerebral denominado astrocitoma anaplásico. Según su testimonio, recogido en el diario ABC, se enteró de que algo iba mal gracias a su jefe y no duda en asegurar que le salvó al vida.
Schlag se encontraba estudiando para ser docente de primaria cuando empezó a tener migrañas en la ciudad inglesa de Leeds. Su jefe se percató de que últimamente se estaba comportando de forma “extraña”, que llegaba tarde a menudo y que estaba confuso en medio de una conversación.
En 2019 se per entonces cuando este maestro se personó en el hospital y le diagnosticaron el tumor cerebral.
“Mi jefe me dijo ‘tienes que mirarte esto porque te estás comportando de manera extraña’, ya que mi control del tiempo se había vuelto muy pobre y me estaba perdiendo no solo en las conversaciones, sino también en el edificio de la escuela”, relata.
“Era torpe en las conversaciones y no me relacionaba con la gente como solía hacerlo. Mi jefe fue fundamental para ayudarme a lidiar con la situación. Su intervención me salvó la vida”, apunta.
“Tres días después, coincidiendo con el segundo cumpleaños de mi hija, me operaron. La operación salió bien y estaba tan eufórico que cuando me desperté estaba cantando ‘Acqua Azzurra, Acqua Chiara’ [de Lucio Battisti] en Italiano. No sé si fueron las drogas que estaba tomando, pero me sentí muy feliz porque hablo italiano con fluidez, y esto significaba que no había perdido mis habilidades lingüísticas por completo”, detalla.
Tras varios meses sometiéndose a radioterapia y un año de quimioterapia, el tumor volvió a crecer en 2020, por lo que tuvo que operarse nuevamente y pasar otros 90 días de quimio.
Matt Schlag no se rinde y ahora trabaja en la organización benéfica Brain Tumor Research, con el objetivo de concienciar a la población sobre la enfermedad.