El líder de los antivacunas de Austria, Johann Biacsics, ha muerto a los 65 años por la Covid-19 después de infectarse a principios de noviembre. Fue ingresado en el hospital por graves dificultades respiratorias pero pidió el alta voluntaria para tratarse con sus propios métodos, que consistían en infusiones y edemas de dióxido de cloro y lejía. Dos días después murió y su familia culpa ahora a los médicos de su muerte.
Johann Biacsics ha participado en varias manifestaciones contra las restricciones, la vacunación y los cierres impuestos por el Gobierno de Austria, que sigue con elevado número de contagios, lo que ha obligado a alargar el confinamiento unos días más.
Biacsics, que no se vacunó contra la Covid, afirmó en varias entrevistas que tenía información que ocultaban las autoridades, como por ejemplo, que dos de cada tres ingresados en la UCI tenían la pauta de vacunación completa, algo que ha sido desmentido por Sanidad.
Durante su ingreso, Johann Biacsics se negó a recibir cualquier tipo de tratamiento. Al sentirse algo mejor, pidió el alta voluntaria a los médicos, quienes le informaron de que seguía siendo positivo por Covid. Aún así, se marchó del hospital y comendo a tratarse con su propio tratamiento que él mismo llevaba semanas explicando en su canal de YouTube. Se trata de una terapia de infusiones y edemas de dióxido de cloro que, evidentemente, no surtieron efecto alguno.
Un antivacunas arrepentido
La muerte de este antivacunas que se negó a recibir tratamiento contrasta con la de Lorenzo Damiano, líder del movimiento antivacunas en Italia, que contrajo la Covid pero se arrepintió públicamente de no vacunarse pidiendo, incluso, a sus seguidores “seguir la ciencia”, que “cura y salva”.
“Claramente mi visión ha cambiado, estoy listo para decirle al mundo lo importante que es seguir colectivamente la ciencia, la que te cura y te salva”, dijo el líder de No Vax en Italia. Además, Damiano agradeció a los médicos y trabajadores de salud del hospital donde fue ingresado, Vittorio Veneto, por tratarle. “Han sido maravillosos”, apuntó.