María, nombre ficticio, se encontraba en una de las colas del hambre, que se han multiplicado en los últimos meses por la pandemia, cuando entró en directo en el programa ‘Cuatro al día’. Había sido presentadora de televisión, pero su situación actual es desesperada. Su situación iba a dar un giro completo.
Con 55 años, no recibe ningún tipo de ayuda tras haberse quedado viuda. Los ahorros se acabaron y ahora vive con una amiga. Ella la deja vivir en casa y María consigue comida que lleva al hogar gracias a las asociaciones caritativas.
“No tengo hijos, ni padres que me puedan ayudar. Ahora vivo en casa de una vecina que me ha puesto un colchón en el suelo”, contaba la presentadora.
Justo antes de acabar de hablar, otra mujer, empresaria, llamó para ofrecerle un puesto de trabajo: «Me está revolviendo todo por dentro, no podía hacer menos», dijo la mujer. María, emocionada, rompió a llorar.
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