Diario de Avisos / El Español
El avión que despega cada lunes desde El Prat, Barcelona, a las 6:10 horas de la mañana con destino Santander se pasa 20 minutos sobrevolando la ciudad cántabra para hacer tiempo. Es un curioso que tiene una explicación tan sorprendente como sencilla.
Básicamente, lo que ocurre en el Aeropuerto Seve Ballesteros es que su personal de pista no comienza la jornada laboral hasta las 07:30 horas.
El problema, según informó la Cadena Ser, es que durante esos minutos el aparato llega a consumir casi mil litros de queroseno y emite más de dos toneladas de CO2. Todo un despropósito que le hace un flaco favor al medio ambiente. Desde el aeropuerto cántabro, insisten en que el horario es el mismo desde hace años y remiten a Ryanair para exigir algún tipo de explicación.
Aena ha confirmado algunas quejas por parte de los pasajeros, quienes inciden en las largas maniobras que realiza la aeronave. Además, niegan que las emisiones y el ruido hayan provocado tensiones entre los vecinos de la zona.
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