La bajada de las temperaturas es una realidad, y mantener la casa caliente es algo que siempre genera preocupación por los costes asociados del tipo de combustible elegido. Las estufas de leña son actualmente la opción más económica para mantener caliente cualquier habitación de un hogar, incluso la vivienda entera, a un precio asumible. Dependiendo del tipo de leña que utilicemos tendremos unas características diferentes. En este artículo te invitamos a conocer las leñas más habituales para tu estufa.
Los tipos de leña más habituales
Conocer la leña que mejor se adapta a las características de tu vivienda es una apuesta clara por el confort y el ahorro. Una estufa de leña no solo es una forma de tener nuestro hogar confortable, sino rememorar una forma de calefacción ancestral, pero que resulta económica y proporciona muchos beneficios.
Leña de encina
La leña seca de encina es una de las opciones más valoradas a la hora de alimentar una estufa. Esta madera se caracteriza por tener una combustión lenta, lo que permite no tener que estar muy pendiente a la hora de recargar la estufa o la chimenea. Igualmente, su nivel de residuo es muy bajo, por lo que se facilita notablemente la limpieza. Su poder calorífico es muy alto, por lo que podemos tener una temperatura constante sin necesidad de emplear demasiada cantidad. Si queremos utilizar la leña de encina para cocinar, también aporta un excelente toque ahumado en tus barbacoas o asados, por lo que es una madera muy versátil y práctica.
Leña de olivo
La madera de olivo es muy abundante en nuestro país, y utilizarla es toda una apuesta por la sostenibilidad, ya que en gran parte de los casos la leña de olivo proviene de restos de poda. La madera de olivo tiene un alto poder calorífico y proporciona una excelente combustión. Esto también es debido a su bajo contenido en humedad.
Si hay que destacar un aspecto de esta leña es que apenas produce resina, por tanto, los residuos y el hollín son bastante fáciles de retirar. La leña de olivo también tiene como característica la de un aroma agradable, por lo que no solamente es ideal para alimentar una estufa, también para una chimenea o utilizarla en cocina. No lo dudes, la leña de olivo es una de las maderas más utilizadas a la hora de conseguir el mayor confort.
Leña de haya
La madera de haya es muy habitual en gran parte de Europa a la hora de alimentar las estufas de leña. Podemos definir a la leña de haya como una madera muy versátil, con un alto poder calorífico y de bajo consumo. Por tanto, si no deseas preocuparte demasiado a la hora de ir reponiendo leña en la estufa, la de haya es una buena opción. Aunque no se trate, de una manera tan dura, como la de encina, cuenta con unas características muy interesantes, como su bajo nivel de chispa. Esto es muy importante si valoramos la seguridad o vamos a emplear la madera de haya en una chimenea. De la misma manera, su producción de residuos y de hollín es bastante bajo y puede utilizarse en cualquier tipo de ámbito. La madera de haya es una de las predilectas a la hora de proporcionar un calor continuo en tu hogar.
Leña de roble
Finalizamos con la leña de roble, una de las maderas predilectas y que cuenta con la ventaja de ser una opción válida, tanto en estufas, como chimeneas, cocinas o barbacoas. Produce una combustión lenta, su consumo no es elevado y el hollín tampoco es excesivo. Si necesitas tener tranquilidad a la hora de tener confort en tu hogar, la leña de roble es una de las opciones más indicadas y seguras, dado su bajo nivel de resina. El roble también proporciona un excelente aroma cuando se quema, por lo que podemos emplearlo en algo tan interesante como una barbacoa con amigos. Las carnes adquieren un sabor único cuando son cocinadas con leña de roble. Una casa o una habitación caldeada con una estufa de leña de roble es toda una invitación a relajarnos con el ambiente más invernal.
Quizás lo más importante a la hora de elegir la leña adecuada para nuestra estufa es encontrar el equilibrio entre poder calorífico y precio. Cualquiera de las que hemos reseñado son una opción excelente para tener la temperatura que deseas a un precio mucho más económico que otras opciones, como las estufas eléctricas o de gas.
Con el invierno tocando a las puertas, es muy importante elegir correctamente la leña que mejor nos conviene en nuestro hogar. El calor proporcionado por una estufa alimentada con leña no tiene nada que ver con el producido por otro tipo de sistemas. Además, el ahorro a lo largo del invierno es notable.