Ante momentos de inestabilidad del mercado local, son muchas las empresas que optan por emprender el gran reto de expandir sus horizontes hacia nuevos territorios en los que poder seguir creciendo. Además, al ser más competitivas y estar más diversificadas, las empresas que se internacionalizan resisten mejor las situaciones económicas adversas.
El proceso de internacionalización
Sin embargo, la internacionalización es un proceso complejo, que requiere de convicción y compromiso. De hecho, puede repercutir negativamente en la actividad diaria de la empresa, si no se siguen los procedimientos adecuados.
1) Llevar a cabo una consultoría interna de la situación actual del negocio: para confirmar si la empresa podrá afrontar los cambios y responder a los compromisos a los que llegue con los nuevos clientes.
2) Seleccionar el mercado más apropiado según el target y la situación económica y jurídica del país: demanda, poder adquisitivo, materias primas, etc.
3) Análisis de las oportunidades que ofrece el nuevo mercado: examinar la competencia local y si es necesario adaptar el producto o contar con el apoyo de intermediarios que ayuden a crecer en el país.
4) Definir la estrategia de internacionalización: presupuesto, modelo de negocio, posibles adaptaciones de producto, burocracia, etc.
Comunicación de la empresa
Además, será necesario optimizar los procesos internos de la empresa para adaptarlos a la nueva situación. La comunicación por ejemplo debe ser adaptada a cada mercado. No sólo resulta importante adecuar el lenguaje, si no que los colores asumen significados simbólicos dependiendo de las diferentes culturas. Se pueden implementar medidas como utilizar sobres de colores para diferenciar las comunicaciones con clientes. Son una forma de comunicación no verbal muy poderosa:
-Rojo: sinónimo de energía, fuerza y pasión. Se utiliza para llamar la atención.
-Azul: transmite seguridad, confianza y responsabilidad.
-Amarillo: representa valores como la creatividad, energía o juventud.
-Verde: sinónimo de naturalidad y respeto al medio ambiente.
-Naranja: transmite vitalidad, sociabilidad y entretenimiento.
-Blanco: representa simplicidad, pureza, limpieza, higiene.
-Negro: sinónimo de elegancia, sobriedad. Se utiliza para transmitir una imagen de exclusividad y alta calidad.
Una empresa que se lanza a la internacionalización dependerás en gran medida del transporte. Para realizar envíos internacionales de la forma más conveniente, las empresas deben tener en cuenta aspectos como la política aduanera y arancelaria de cada país y asegurar que tus clientes recibirán adecuadamente los pedidos y documentos, con garantías y sin que tengan que pagar costes extra.
Una muy buena idea para encarar estos retos es crear un departamento de exportación con un equipo que se encargue de tomar las riendas del proceso, sin perjudicar el correcto funcionamiento del resto de áreas de la empresa.
El proceso de internacionalización de una empresa conlleva complejos cambios internos y externos para las empresas. Se alarga en el tiempo y requiere de inversión, tanto financiera como en recursos. Si se tiene éxito, el esfuerzo merece la pena, pero no se debe tomar la decisión a la ligera o como último recurso para no cerrar, sino todo lo contrario, siempre y cuando el negocio cuente con el músculo necesario para llevarla a cabo.