El histórico bote de más de 1.300 millones de dólares de la lotería estadounidense Mega Millions sigue sin tener dueño y las autoridades de Illinois prosiguen la búsqueda de la persona afortunada con el número premiado.
Hasta el momento se sabe que el boleto fue comprado en una gasolinera de la localidad de Des Plaines para el sorteo que se celebró el pasado 29 de julio.
Pero la persona ganadora todavía no se ha presentado para reclamar el premio, el más grande de la historia de Illinois y el tercero más cuantioso en Estados Unidos. “Con un premio de esta magnitud, no es inusual que el ganador tarde un tiempo en reclamarlo”, afirmó el director de la Lotería de Illinois, Harold Mays, que también cree que es muy probable que el ganador aún podría no tener ni idea de que ha ganado esa cantidad.
Las condiciones del sorteo Mega Millions establecen que cualquier ganador de un premio superior a los 240.000 dólares puede permanecer en el anonimato.
El ganador tiene un plazo de 60 días desde que se realizó el sorteo para decidir cual será la forma para cobrar y tendrá dos opciones: llevarse los mil 337 millones de dólares en 30 pagos anuales o cobrar en un solo pago, pero se llevaría 780.5 millones de dólares en efectivo considerando el pago de impuestos.
Posteriormente tendrá 12 meses de plazo para reclamar su premio y en caso de no hacerlo, el estado de Illinois tendrá la facultad para usar el dinero en diversas acciones.