Aún no era mediodía cuando Javi llevaba un buen rato metido en el agua, nadando y cogiendo olas. Este madrileño, un habitual en las playas de San Sebastián, había madrugado este lunes para hacer surf. Y allí estaba, a remojo en la playa de la Zurriola, cuando vio cómo un socorrista, primero, y la Ertzaintza, después, trataba de parar a una surfista. ¿Por qué? Porque estaba contagiada.
Lo que ni él ni las autoridades vieron venir es que la chica se resistiría. Que se negaría a salir del agua. Que se revolvería. Y que, pese a estar de baja por haber dado positivo en Covid-19, desobedecería tanto que tendría que irse esposada.
Pero ahora el que ha quedado señalado, en un giro de los acontecimientos, es él. Tras gritos, insultos y amenazas -“Vete a Madrid, no queremos chivatos, ya tienes tus minutos de gloria”, relata él mismo en conversación con este periódico tras haber denunciado en redes el comportamiento de la surfista, socorrista de profesión- ha tenido que dejar la ciudad vasca y volver a la capital de España.
La positivo en coronavirus huyendo de la policía tras salir del agua …. eetoy colgando en instagram todo. Acaba de ser engrilletada. https://t.co/VuRYw8FlPQ pic.twitter.com/pNBQvWchrb
— JaviZone ? Bolsazone (@JavierSanz) September 7, 2020
El caso es el epítome de la realidad que vive nuestro país con la pandemia generada por el coronavirus. Una mujer -A.L., 25 años, vasca de origen mexicano, madre de un niño de 5, habitual de las playas del norte porque es una enamorada del surf, según ha podido conocer este diario de fuentes cercanas a la investigación- se salta el confinamiento al que está obligada a someterse tras ser positivo en Covid. No sólo decide abandonar su casa, sino que, además, lleva a su hijo al colegio por la mañana. Y, después, a la playa para practicar su deporte favorito.
Huelga decir que dentro del agua no llevaba mascarilla. Y que iba esparciendo el virus allá donde se dirigía.