La semana pasada el programa espacial de China hizo historia, con el lanzamiento del primer módulo de la estación espacial china que pretende convertirse en una alternativa a la Estación Espacial Internacional, ISS.
El lanzamiento fue un éxito, en el sentido de que el módulo Tianhe alcanzó la órbita deseada, y pone de esta manera la primera piedra en un proyecto gigantesco que puede establecer al país asiático como una gran potencia internacional en la órbita terrestre.
Sin embargo, el lanzamiento tuvo no pocos problemas, el más grave de todos que el cohete Long March 5B se pasó de largo, y también entró en órbita pese a que, en teoría, tendría que haber caído de manera controlada a la Tierra.
492 segundos después del lanzamiento, el módulo Tianhe se separó de la etapa principal del cohete Long March 5B usado en el lanzamiento; este consiste en una etapa principal y cuatro pequeños cohetes adjuntos, que generan el empuje necesario para poner la carga en órbita.
Sin embargo, aunque el módulo ya se había separado, el cohete siguió en marcha, superando la altura y la velocidad necesaria para entrar en órbita.
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