El rescate del niño Rayan, de tan solo cinco años y que desde el pasado martes se encuentra en un pozo de 32 metros en el norte de Marruecos, se ha detenido este viernes por miedo a los posibles derrumbes que las tareas puedan ocasionar.
Medios locales han publicado que los rescatistas han instalado un nuevo dispositivo que consta de tuberías de hormigón armado para llegar hasta el pequeño.
Las tareas para intentar salvar la vida del chaval empezaron hace tres días. Entonces se empezó haciendo un túnel vertical paralelo al pozo donde se encuentra Rayan ahora mismo. Por ahora le han hecho llegar agua y oxígeno por un tubo, según AFP.
Cuando parecía que todo se iba a resolver este viernes, los trabajos se han detenido por miedo a que se derrumben las paredes del pozo. Hasta allí se han desplazado decenas de personas para observar los trabajos en primera línea.
Aunque no ha trascendido el estado físico del niño, los servicios de rescate marroquíes trabajan a destajo “con la esperanza de sacar a Rayan vivo”, han asegurado a distintos medios.
Según recoge Efe, un miembro del comité de seguimiento y vigilancia del rescate, Abdelhadi Tamrani, ha reconocido esta tarde que la operación es muy dificultosa y “el riesgo de derrumbe está todo el rato presente”, no solo sobre el niño, sino también sobre los miembros del equipo de rescate.
Cada metro excavado, ha detallado el experto, tiene una particularidad especial por la extrema fragilidad del terreno, compuesto sobre todo por tierra arcillosa. Las redes sociales en Marruecos y en varios países del mundo árabe se han volcado desde el martes para expresar su solidaridad a los padres del pequeño y muchos internautas han cambiado sus fotos de perfil por la de Rayan.
Tercera noche
El pequeño Rayan cayó accidentalmente el martes por la noche en el pozo seco de 32 metros de profundidad, estrecho y de difícil acceso, excavado en las inmediaciones de su casa en una aldea cercana a la localidad de Bab Berred, en el norte de Marruecos.
“En un momento de inatención, el pequeño cayó en el pozo que estaba preparando. No pude cerrar el ojo en toda la noche“, declaró el padre de Rayan al sitio de información local Le360.
“Rayan es muy querido aquí en el pueblo, no solo en mi casa. Lo extraño, ya hace tres noches”, dijo a AFP su abuela Laaziza.
El equipo de Julen
Ahora mismo cada hora que pasa puede ser crucial. Por eso, los bomberos que rescataron a Julen, el niño que perdió la vida en Málaga en un pozo, se han ofrecido para ayudar en este caso.
El Consorcio Provincial de Málaga ha tendido su mano para ayudar en las tareas de rescate debido a la experiencia acumulada en el caso Julen. En 2019, estos efectivos participaron en el rescate del menor de 2 años, que cayó a un pozo en Totalán (Málaga), con el fatal resultado de su fallecimiento. El gobierno alauita ha denegado la ayuda debido a la crisis diplomática existente entre los dos países.
Ambos casos guardan similitudes, ya que los pozos donde han caído son estrechos y se encuentran en zonas montañosas. Esto dificulta las labores de rescate, ya que no puede accederse por esa tubería.