Sin duda alguna esta es una de esas noticias que deja sin palabras a cualquiera, un hombre que estaba atrapado en un atasco, justo cuando cruzaba un puente, decidió matar el aburrimiento saltando al río, a más de 30 metros por debajo.
Se llama Jimmy Ivan Jennings, es de Luisiana (EE UU) y se lanzó al agua turbia, que además, está en una zona donde predominan los caimanes. El resultado fue que acabó detenido por semejante imprudencia.
«Tan pronto como las puntas de mis dedos se desprendieron de ese lado, pensé: ‘Oh, Dios mío, esta fue la idea más estúpida'»
El hombre, de 26 años, declaró que había estado sentado en su coche en el puente de la cuenca de Atchafalaya durante dos horas después de que una colisión de diez vehículos paralizara el tráfico, así que le dijo a su amigo Khory Vaughan que iba a saltar al río, nadar hasta la orilla y ser recogido en la siguiente salida.
«Una vez que llegué al agua, se me abrió la boca y me hice daño en el brazo izquierdo. Intenté nadar hasta la orilla, pero la corriente era demasiado fuerte», contaba el hombre que lo pasó mal para sobrevivir.
«A la hora y media estaba muy cansado de nadar. Mi brazo izquierdo se apagó», continuó. «Me puse de espaldas y empujaba con la mano derecha y las piernas cada vez que me hundía. Estuve rezando todo el tiempo».
«Empecé a sumergirme y casi me ahogué unas cuantas veces. Realmente pensé que era el final».
Después de luchar por mantenerse en el agua durante tres horas pudo llegar a la orilla y finalmente se encontró con la policía, que le detuvo.
Tras ser atendido en el hospital, le acusaron de delitos de daños y allanamiento de morada por haber echado pie en una propiedad privada.