Un médico brasileño sorprendió recientemente a miles de personas en las redes sociales de su país y a otros médicos que lo seguían, al publicar una radiografía de un paciente que padecía cisticercosis y cuyo cuerpo estaba plagado de huevos calcificados de tenia.
Según el médico, el paciente llegó a su consulta quejándose de fuertes dolores abdominales y síntomas de fiebre. Tras realizarle una serie de pruebas, se descubrió que su cuerpo estaba infestado de pequeños huevos que habían eclosionado en su interior, causando graves daños en sus órganos.
Aunque los casos de infestación por parásitos son relativamente comunes en algunas partes del mundo, este caso en particular ha sido especialmente impactante debido a la gran cantidad de huevos presentes en el cuerpo del paciente.
Los expertos advierten que la infestación por parásitos puede ser extremadamente peligrosa si no se trata adecuadamente. Los síntomas pueden incluir desde dolor abdominal y diarrea hasta fiebre y pérdida de peso, y en casos extremos puede causar daños permanentes en los órganos.
El galeno explicó que las manchas blancas visibles a lo largo de su abdomen y sus brazos eran huevos de tenia calcificados después de una infección con el parásito intestinal común.
«Estos cientos de larvas están calcificadas, por lo que no son cisticercos viables. Al no causar ninguna molestia, la vida continúa con normalidad«, indicó Souza. Eso sí, con un montón de huevecillos parásitos inofensivos por todo el cuerpo.
Es algo espantoso de imaginar, pero aún más difícil de ver, pero la cisticercosis (una infección ocasionada por un parásito llamado Taenia solium) es una preocupación real en países donde las reglas básicas de higiene a menudo se ignoran.