Entre los diversos productos de ahorro actuales, destacan los seguros de ahorro y los fondos de inversión. Los primeros se perfilan como un vehículo que normalmente ofrecen aseguradoras y garantizan una rentabilidad que procede de la inversión del capital del inversor.
Mientras que los segundos, los fondos de inversión, corresponden a instituciones de inversión colectiva o instrumentos de ahorro con aportaciones realizadas por un número de personas (llamadas partícipes) que quieren invertir sus ahorros.
Actualmente cada vez hay más personas que han ahorrado y quieren invertir su capital en estas dos figuras, por lo que, como se verá a continuación, son varias las razones para contratar un producto de ahorro.
¿Por qué contratar un seguro de ahorro?
Este tipo de seguro está destinado a personas con un rango de edad amplio, si bien preferentemente a aquellas que hayan ahorrado durante un cierto tiempo y deseen invertir parte de sus ahorros para incrementar su capital, existiendo para ello diversos tipos de seguros de ahorro, que se adaptan a las necesidades de cada persona.
Rentabilidad mínima garantizada
Es la base de los seguros de ahorro y de los fondos de inversión. En este caso, se consigue rentabilidad, aunque sea a largo plazo, y el ahorrador, además, no asume el riesgo de perder su capital. Es por tanto un producto de riesgo bajo, y por ello se dirige a un colectivo amplio, con independencia del capital que se desee aportar.
Junto a un seguro de vida
Los seguros de ahorro suelen estar vinculados a un seguro de vida. Se trata de una ventaja añadida porque, en el caso de que se produzca el fallecimiento del asegurado, los beneficiarios son los que cobrarían ese saldo de aportaciones al plan y su rendimiento, además del capital de fallecimiento. Y lo mejor es que la vinculación a un seguro de vida no supone un incremento de costes para el Asegurado.
Capital mínimo inicial reducido
Muchas personas deciden contratar un seguro de ahorro porque sólo se necesita aportar una cantidad mínima reducida inicial y no elevada como sucede con otros productos financieros.
Permite elegir las formas de aportar el capital
Otra ventaja a tener en cuenta es la posibilidad de realizar aportaciones de dos formas diferentes, es de mediante una prima única (el asegurado aporta el del capital asegurado al inicio del contrato) o a través de aportaciones periódicas (en las que se paga la primar de forma periódica, ya sea mensual, trimestral o anual).
Ventajas fiscales
Algunos de estos seguros de ahorro también permiten deducir impuestos. Existen entonces varios incentivos fiscales y reducciones, tanto en el IRPF como en determinados impuestos, como el de Sucesiones y Donaciones.
Esto es favorable porque al hacer la declaración de la renta anual, es posible que se retorne un dinero al ahorrador. De todas formas, la aseguradora debe informar de todo ello para tener un mayor conocimiento sobre qué seguros de ahorro son mejores y cuáles ofrecen mayores beneficios fiscales.
Permite ser previsores
Tanto el seguro de ahorro como los fondos de inversión son productos que generan rentabilidad a medio y largo plazo. Así tenemos un pequeño dinero ahorrado que permite ser previsores para disponer de él, no en el momento, pero sí más adelante sí. Esto se destina, en muchos casos, a pagar una casa, para la educación de los hijos, cuando hay ingresos en hospitales y por operaciones de salud. Y son especialmente indicados en la jubilación.
Las ventajas de ahorrar
Todos, en algún momento de nuestra vida, necesitamos ahorrar. Con ello hacemos frente a determinados imprevistos con los que no contábamos en nuestra vida. Algunos de ellos son sufrir una enfermedad, accidente, averías en casa o en el coche… mientras que esta acción también nos ayuda a ser previsores ante diversos gastos como el pago de la carrera de estudios de un hijo o a la hora de comprar una vivienda.
Tanto los seguros de ahorro como los fondos de inversión son vehículos eficaces para hacer frente a una jubilación de forma más tranquila y sin sorpresas. Gracias a este ahorro extra podemos entonces disfrutar de una etapa de la vida en la que ya no tenemos cargas ni deudas.
Antes de contratar un seguro de ahorro debe estar claro qué tipo de producto necesitamos en base a nuestro capital, requerimientos y expectativas de futuro.