El Gobierno municipal pequinés amplió las medidas de control y prevención epidemiológicas para detener la propagación del nuevo brote de coronavirus detectado en el principal mercado de la capital china, informó hoy la prensa local.
Así, personas consideradas de «alto riesgo» -como contactos cercanos de los 106 casos confirmados desde el pasado jueves- no podrán abandonar la capital, y quienes lo hayan hecho ya deben informar a las autoridades, recoge el rotativo Global Times.
Además, el Gobierno pequinés prohíbe salir de la ciudad a taxis y otros vehículos que ofrecen servicios de conducción, informó hoy la Comisión Municipal de Transporte de la capital china.
Quienes violen esta norma afrontarán «castigos severos» de las autoridades, añadió el organismo.
El periódico Global Times también asegura que hasta el momento más de 29 comunidades de vecinos situadas alrededor de los mercados de Xinfadi y de Yuquandong han quedado selladas, con lo que sus residentes permanecen confinados bajo estrictos controles de seguridad.
El Gobierno municipal pequinés anunció el lunes que la ciudad está en «estado de guerra» para atajar el brote, y más de 100.000 trabajadores comenzaron a supervisar 7.120 comunidades de vecinos para evitar una propagación masiva.
Las autoridades sanitarias informaron hoy de 27 nuevos casos confirmados el lunes en la ciudad, que está realizando pruebas de ácido nucleico a todo aquel que haya tenido contacto con casos confirmados o que hayan visitado el mercado de alimentos frescos de Xinfadi, el principal de la metrópolis, cerrado desde el sábado.
Alrededor de 200.000 personas que visitaron el mercado desde el 30 de mayo han sido entrevistadas en visitas casa por casa, llamadas, plataformas de redes sociales y otros métodos, según la agencia estatal Xinhua.
Las autoridades realizan pruebas de ácido nucleico a esas personas, y les pide que permanezcan en casa bajo observación.
Al margen de los últimos 27 contagios detectados en Pekín, la Comisión Nacional de Salud registró otros cinco positivos en China a nivel local: cuatro en la provincia septentrional de Hebei, vecina de la capital, y uno en la provincia suroccidental de Sichuan.
Esta situación ha llevado a gobiernos locales de otras regiones chinas a imponer cuarentenas a quienes provengan de Pekín, según la prensa local, que apunta a que un contagiado confirmado en Sichuan había viajado a esa provincia desde la capital china.
PEKÍN, EN SITUACIÓN CRÍTICA
El secretario del Comité Municipal de Pekín del Partido Comunista de China (PCCh), Cai Qi, afirmó hoy que la ciudad está en «una situación crítica» y que las tareas de control y prevención contra el virus deben ser la «máxima prioridad», recoge la cadena CGTN.
Según Cai, la ciudad garantizará los suministros para satisfacer las necesidades diarias de los residentes y penalizará a negocios que traten de aumentar los precios de bienes alimentarios.
El domingo, la viceprimera ministra china Sun Chunlan ya avanzó que se debían tomar «medidas decididas» para detener la propagación de este nuevo brote, así como «investigaciones epidemiológicas estrictas» y un «rastreo exhaustivo» para identificar y controlar la fuente de infección.
También pidió a las comunidades pequinesas que cumplan «estrictamente» las medidas de prevención y que hagan todo lo posible para detectar casos confirmados, sospechosos, pacientes con fiebre que podrían ser portadores y contactos cercanos, y ponerlos en cuarentena.
Además de las pruebas y las medidas de control y prevención, la ciudad ha intensificado la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el patógeno.