Astrónomos y científicos que vigilan de cerca la actividad del Sol, nuestra estrella masiva, se mantienen en alerta debido a un inusual adelanto en el máximo del ciclo solar actual y la previsión de tormentas de radiación más intensas. En consecuencia, han instado a tomar precauciones ante esta situación.
El ciclo solar actual, denominado ciclo solar 25, comenzó en 2019 y originalmente se estimaba que alcanzaría su punto máximo a finales de 2025. No obstante, el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha ajustado sus pronósticos y ahora avanzan que el máximo del ciclo solar ocurrirá durante los primeros 10 meses de 2024. Esto significa que podríamos empezar a ver picos de actividad solar a partir de enero, dentro de dos meses, y que esta intensidad se mantendrá hasta octubre.
En cuanto a las consecuencias de una tormenta solar, es importante destacar que no es necesario tomar medidas drásticas como esconderse o buscar refugio para resistirla. Este fenómeno no tiene un impacto significativo en el clima ni en cómo afecta el Sol a nuestra piel, a excepción de algunas leves excepciones. Sin embargo, las principales consecuencias de una tormenta solar se relacionan con los sistemas de comunicación de la Tierra:
- Interrupciones en las redes eléctricas: las tormentas solares pueden generar corrientes eléctricas inducidas en las líneas eléctricas, lo que puede causar apagones en las redes eléctricas.
- Daños a los sistemas electrónicos: las tormentas solares pueden afectar negativamente a los componentes electrónicos, como los semiconductores y los circuitos integrados, lo que puede ocasionar fallos en dispositivos y sistemas electrónicos.
- Interrupciones en las comunicaciones: las tormentas solares pueden interferir con las señales de radio, televisión e internet, lo que puede resultar en la pérdida temporal de la conectividad y la transmisión de datos.
- Dificultades para la navegación aérea: las tormentas solares pueden perturbar los sistemas de navegación utilizados en la aviación, lo que podría causar complicaciones en la navegación aérea y la seguridad de los vuelos.
«El Sol está en constante cambio»
Tal y como se explica en un artículo publicado en Live Science, el sol experimenta cambios continuos en su actividad. Aproximadamente cada 11 años, nuestra estrella natal pasa por un ciclo en el que transita de un período de relativa calma, conocido como mínimo solar, a un punto de máxima actividad solar llamado máximo solar. Durante esta fase, el sol se cubre de manchas solares oscuras y a menudo emite poderosas tormentas solares. Posteriormente, la estrella regresa a un nuevo mínimo solar antes de que inicie el siguiente ciclo solar.
Asimismo, el trabajo científico señala que en el transcurso de este año, diversas señales han indicado que el máximo solar se adelantará y será más enérgico de lo inicialmente previsto. Estas señales incluyen un aumento notable en el número de manchas solares, que no se veía en dos décadas, erupciones solares masivas de clase X, la presencia extendida de auroras en latitudes más bajas y un aumento en las temperaturas en la atmósfera superior. Además, se ha observado la aparición de rayos de luz conocidos como «airglow» y la desaparición de nubes noctilucentes o «brillo nocturno».