Un bar situado en la localidad cántabra de Liaño ha tomado la firme decisión de cobrar una tasa de 1,50 euros a los clientes que accedan al establecimiento y no consuman nada.
El propietario del local ha indicado que el objetivo de esta medida es hacer frente a los costes y que, por ende, el negocio sea viable.
En el programa de En boca de todos, de la cadena Cuatro, el dueño del bar avanzó que también habían adaptado el horario a las costumbres de los clientes, abriendo de jueves a domingo para ahorrar en el consumo eléctrico.
En lo que respecta al euro y medio que le cobrarán a las personas que entren al local y no pidan nada, el hostelero Óscar Solano indica que es necesario «educar a los clientes», pues «a veces entra una mesa de seis personas y solo consumen cuatro. Le tienes que decir a la gente que está esperando que no puedan sentarse».