Tia Watson, de 24 años, asegura haber vivido “una pesadilla” tras haber intentado viajar a Fuerteventura donde esperaba pasar unas “vacaciones soñadas”. ¿El problema? Acabó aterrizando en Burdeos, en el sur de Francia.
El 14 de febrero Tia voló desde Nottinghamshire, en Inglaterra, hasta Fuerteventura. O era lo que ella pensaba. Debido a la tormenta Eunice, el vuelo, que salió de Manchester, tuvo que ser desviado, pues los fuertes vientos hacían “muy peligrosa” la navegación aérea.
“Ahí empezó la pesadilla, porque nos alojaron en un hotel y nos dieron un horario para el día siguiente para Fuerteventura, pero nos lo dieron mal y lo perdimos”, asegura.
Llamaron entonces a Ryanair contando lo sucedido y desde la compañía les dijeron que podían coger un vuelo esa misma tarde, pero cuando se presentaron no fue así: “Miramos en los paneles y no había ningún avión que fuera a Fuerteventura. “Tenemos un niño de cuatro años y yo estoy embarazada y no nos dieron alternativa ni para seguir a Canarias ni para poder regresar a casa”.
Por su parte, la compañía admitió su error, proporcionando una noche más de hotel en Burdeos y facilitando un vuelo Manchester un día más tarde.