El buque oceanográfico Ángeles Alvariño localizó durante la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno dos botellas de buceo a unos 1.500 metros de profundidad que, según ha identificado la Guardia Civil por número de serie, así como lugar de compra, pertenecían al padre de las niñas, buscado internacionalmente por el doble infanticidio, tal y como ha adelantado este jueves El Programa de Ana Rosa.
Se confirmaría así una de las principales hipótesis que barajan los investigadores con respecto al paradero del hombre: creen que utilizó las dos botellas de buceo individuales para provocarse la denominada “muerte dulce” mediante la inhalación de oxígeno puro hasta perder la conciencia. Asimismo, Gimeno se habría lanzado al mar con un cinturón de lastre para permanecer en el fondo.
El hallazgo se produjo días atrás, aunque no había trascendido hasta este jueves, a más de 1.000 metros de profundidad en una zona alejada de la bocana del puerto de Santa Cruz, que es donde fue localizado el cadáver de Olivia, la mayor de las niñas.
El Ángeles Alvariño, buque cedido para la investigación por el Instituto Español de Oceanografía, centró su búsqueda en las últimas jornadas en un punto más alejado de la costa, entre Añaza y Radazul.
La elección de las zonas está supeditada a la geolocalización del móvil de Tomás Gimeno en la madrugada del 27 al 28 de abril.