Este martes 8 de marzo de 2022 se ha hecho público que la actriz Concha Velasco (81 años) vive en una residencia de ancianos desde hace tres semanas.
Una información que ha sorprendido a propios y extraños, teniendo en cuenta que la propia actriz, tras su retirada de los escenarios en septiembre de 2021, informó que se trasladaría a vivir con su hijo menor, Paco.
Ante esta información, y con el afán de contrastar y conocer nuevos detalles, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con Manuel Martínez Velasco, el hijo mayor de la intérprete, quien, siempre amable y solícito, resuelve todas las dudas al respecto.
En efecto, Concha vive en una residencia en el centro de Madrid, muy cerca de la zona de Cuatro Caminos, donde él vive. Así explica el cineasta y escritor la importante decisión que se tomó en familia, debido, principalmente, a los problemas de salud de Concha Velasco, aquejada de artrosis.
«Mi madre se vino a vivir con Paco, pero mi madre tiene muchos problemas de movilidad. Mi madre tiene artrosis. Es muy complicado con ella el día a día. Entonces yo estuve investigando centros. Llamé a la Comunidad de Madrid. Fuimos probando con unos Centros de Día y encontré uno muy cerquita de casa donde hacían actividades unos fisioterapeutas para que volviera a andar bien», comienza su explicación Manuel.
Añade el flamante escritor -acaba de publicar su primera novela, Cosas que no debes hacer la noche antes de casarte-, que la convivencia de la actriz en casa se había tornado complicada «porque mi madre es una persona mayor. Necesita cuidados cada vez más, las 24 horas del día. Fuimos probando poco a poco y cada vez estaba mejor. Comenzamos a coger la rutina de caminar; recibe visitas y le han puesto su casita allí. Tengo la costumbre de comer cada día con ella y luego me voy a mi casa. Para mí, lo más importante es que estuviera cerca de casa. Necesitaba que no estuviera fuera de Madrid».
Ha sido una transición para Concha muy sutil y delicada el abandonar su casa: «Lo estamos probando como algo temporal y, de momento, estamos muy contentos. No es un Centro de Día, es una residencia completa. Lo que pasa es que primero empezamos probando como Centro de Día y luego dijimos de pasar una noche. Decidimos que estaba bien, fuimos llevando cosas suyas. Nos dieron una suite grande».