Era sin duda la rubia más famosa de curvas impresionantes que corría por la playa con su ajustado traje de baño rojo en Baywatch .También se convirtió en la «conejita» con más apariciones en una famosa revista masculina, la legendaria revista de Hugh Hefner. Pero en la vida de Pamela Anderson no han faltado los dramas.
Su más reciente tragedia vino de la mano de su relación con el futbolista Adil Rami, del Olympique de Marsella.
La actriz y modelo de 51 años se confesó en un mensaje publicado en Instagram, en el que definió a quien fuera su novio durante un par de años como un «monstruo mentiroso».
Pamela Anderson contó, entre otras cosas, que Rami le fue infiel y lo señaló también por violencia física y psicológica.
«Los últimos dos años en mi vida han sido una gran mentira… ¿Cómo es posible controlar así el corazón y mente de dos mujeres? Y estoy segura de que había otras».
Pamela reveló además que teme por su seguridad, pues Rami la amenazó en varias ocasiones.
Pero lo de Rami no ha sido el único golpe del que la rubia ha tenido que levantarse.
La actriz se vio envuelta en un escándalo mundial cuando se dio a conocer un video íntimo protagonizado por ella y su entonces esposo Tommy Lee, baterista de Motley Crue.
Las imágenes íntimas fueron tomadas durante la luna de miel de la pareja, a bordo de un yate. En una época en la que no existían las redes sociales y el uso de internet era más limitado, la grabación se convirtió rápidamente en un hit a nivel mundial.
Después de una boda relámpago muy llamativa, con apenas algunos amigos como invitados y con Pamela en bikini blanco en lugar del clásico vestido, la pareja decidió grabarse teniendo relaciones. Eran los primeros días de su matrimonio y la pasión estaba a tope.
Una vez de regreso a Estados Unidos, Pamela y Tommy Lee empezaron a hacer su vida juntos y decidieron hacer reparaciones en una mansión en Malibú.
Pero el trato que daban a los trabajadores no era el mejor y uno de ellos, un electricista de nombre Rand Gauthier, planeó un atraco a manera de venganza.
Gauthier logró abrir la caja de seguridad de la pareja y entre las joyas y objetos de valor encontró el video íntimo, el máximo tesoro de su botín que vendió al mejor postor.
Una vez que el material se hizo público el escándalo fue imparable. «Fue uno de los episodios más embarazosos de mi vida. Fue devastador en todos los sentidos, pero sobre todo para nuestro matrimonio. Fue muy difícil para mí superar una experiencia así, y también lo fue para mi familia, para mis hijos, para todos los que me conocen. Fue muy duro», aseguró Pamela.
El matrimonio entre Pamela y Tommy terminó en 1998 entre acusaciones de violencia doméstica.
Tampoco terminó demasiado bien su relación con Kid Rock. La actriz solicitó el divorcio apenas cuatro meses después de haberse casado de una manera muy rara con el rockero a bordo de un yate. «Desafortunadamente no fue posible», dijo la rubia sobre la separación.
A sus dramas amorosos también habría que sumar el diagnóstico que Anderson recibió hace más de una década: se contagió de hepatitis C en 2002 por compartir una aguja para un tatuaje con Tommy Lee.
«Me dieron 10 años de vida cuando me la detectaron. Entré en una dinámica autodestructiva, me daba pánico estar sola», reveló a Vanity Fair.
Para escapar de esa realidad se evadió en el mundo de las relaciones íntimas, las dro-gas y el alc-ohol.
En 2015 Pamela reveló que estaba curada de la enfermedad y para celebrar publicó una foto muy polémica.
El año pasado Anderson declaró a Piers Morgan que sufrió abu-sos cuando era pequeña por parte de una niñera.
«Recuerdo haberle deseado la muerte y ella terminó muriendo al día siguiente de su graduación en un accidente automovilístico. Pensé, la he matado. Tengo poderes. No puedo contarle esto a mis padres», confesó la actriz.
Además, Pamela reveló en esa misma entrevista que a los 12 años fue abusada por un hombre.
Sus experiencias traumáticas del pasado quizás la han motivado a defender distintas causas.
Pamela, que es vegetariana, ha apoyado las campañas de PETA y además escribió una columna en The Wall Street Journal contra formas de vida poco recomendables.