Un equipo de investigadores ha logrado con este barco un descubrimiento histórico al encontrar los restos de un barco que se hundió hace 132 años en el Lago Superior, al norte de América. Este hallazgo ha sido posible gracias a los esfuerzos de la Sociedad Histórica de Naufragios de los Grandes Lagos, que llevó a cabo una búsqueda exhaustiva durante dos años antes de localizar la estructura del barco a 600 pies de profundidad en la Península Superior de Michigan.
El Western Reserve, nombre de este histórico barco, fue uno de los primeros construidos enteramente en acero en los Grandes Lagos. Su naufragio en 1892 marcó un trágico episodio en la historia de la navegación, ya que 27 personas perdieron la vida y solo un sobreviviente logró contar la historia. Con 318 pies de eslora, este barco era conocido por su velocidad, ganándose el sobrenombre de «el galgo del interior» y siendo considerado en su momento uno de los barcos más seguros de la región.
El hundimiento ocurrió el 30 de agosto de 1892, cuando el Western Reserve navegaba en Whitefish Bay. A pesar de que la tripulación había considerado resguardarse de la tormenta, finalmente decidieron continuar su ruta con solo agua de lastre en sus bodegas. La decisión fue fatal cuando una poderosa tormenta golpeó al barco, partiéndolo en dos en cuestión de minutos.
Los pasajeros, entre los que se encontraban el propietario del barco, Peter G. Minch, su esposa Anna, sus hijos Charlie y Florence, así como otros familiares y miembros de la tripulación, intentaron salvarse en dos botes salvavidas, uno metálico y otro de madera. El bote metálico, en el que viajaban la mayoría, volcó rápidamente en las aguas furiosas del lago, mientras que el de madera derivó sin rumbo durante diez horas. Finalmente, el único sobreviviente, Harry Stewart, logró contar la historia del trágico hundimiento.
Este barco aparece 132 años después de hundirse a 180 metros de profundidad
La localización del barco fue posible gracias al uso de sonar desde el buque de investigación David Boyd el pasado 22 de julio. Posteriormente, un vehículo operado a distancia confirmó que los restos pertenecían efectivamente al Western Reserve. Uno de los hallazgos más impactantes es que la campana del barco sigue intacta y aún conserva detalles visibles, incluyendo restos de pintura.
Los Grandes Lagos han sido escenario de numerosos naufragios a lo largo de la historia. Solo en la Bahía de Whitefish, donde se hundió este barco, se estima que más de 200 barcos han desaparecido en las profundidades. En el Lago Michigan, por ejemplo, el Lady Elgin se hundió en 1860, dejando un saldo de más de 300 víctimas fatales. En el Lago Huron, el Daniel J. Morrell se partió en dos durante una tormenta en noviembre de 1966, con un solo sobreviviente. El Lago Erie, el más poco profundo de todos, es conocido por contener una de las mayores concentraciones de naufragios en el mundo, con más de 2,000 barcos perdidos, de los cuales solo 400 han sido localizados.

El hallazgo del Western Reserve aporta información clave sobre la construcción de los barcos en aquella época y el impacto de las tormentas en el transporte marítimo de finales del siglo XIX. Según Bruce Lynn, director ejecutivo de la Sociedad Histórica de Naufragios de los Grandes Lagos, cada barco hundido es un testimonio de la historia marítima y el Western Reserve es especialmente relevante por ser uno de los primeros barcos de acero en operar en la región. Además, la historia de los barcos hundidos en los Grandes Lagos sigue despertando el interés de arqueólogos marinos y entusiastas de la historia.

El descubrimiento también refuerza el interés por la exploración submarina de los naufragios en los Grandes Lagos, donde se estima que hay más de 6,000 barcos hundidos. La tecnología moderna, incluyendo el uso de sonar y drones submarinos, está permitiendo localizar y documentar estos barcos con un nivel de detalle sin precedentes.
El Western Reserve no solo fue un barco emblemático por su innovadora construcción en acero, sino también por su trágica historia. La velocidad y el diseño del barco lo convirtieron en una referencia en la navegación de la época, pero su repentino hundimiento demostró los desafíos que enfrentaban los marinos en aguas traicioneras. La tragedia del Western Reserve se suma a la larga lista de barcos desaparecidos en los Grandes Lagos, recordando la importancia de seguir explorando y documentando estos vestigios de la historia marítima.