El lagunero vuelve a sonar como el próximo senador autonómico propuesto por CC en la creencia de que le irá mejor si el caso Grúas pasa al Tribunal Supremo, lo que abre el melón sucesorio en Coalición Canaria.
No es la primera vez que suena el nombre de Fernando Clavijo como el propuesto por su partido, Coalición Canaria (CC), para ser elegido como senador el próximo martes, día en que el Parlamento autonómico votará a sus tres nuevos miembros en la Cámara Alta y que, por tradición parlamentaria, siempre acaban correspondiendo a los elegidos por las tres fuerzas con mayor representación, que en este caso son el PSOE, CC y el PP.
Aunque las manifestaciones del lagunero acerca de su intención de seguir siendo el líder de su formación política durante la legislatura que ahora empieza parecían alimentar las posibilidades de que fuera José Manuel Bermúdez finalmente el futuro senador, lo cierto es que el nombre de Clavijo suena, apenas unos días antes de la fecha clave, con mayor estridencia si cabe.
Y es que a nadie se le escapa que el exalcalde de La Laguna no se siente nada cómodo con la Justicia isleña. O, cuando menos, con la tinerfeña. Tal dato lo confirman sus denodados pero estériles esfuerzos por seguir aforado como diputado regional para que el llamado caso Grúas (una amenaza más que real para su futuro político) pasara al Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Pero hete ahí que se aprobó antes el nuevo Estatuto de Autonomía, que eliminó tales privilegios para los diputados regionales, y las juezas Carla Bellini y Margarita Varona no dudaron en aplicar la ley vigente, a pesar de los singulares postulados que su colega Antonio Doreste volcó en dos votos particulares.
Vuelto el caso Grúas a la casilla de salida (el bucle conformado por el Juzgado de Instrucción Número Dos de La Laguna y la Audiencia Provincial de Santa Cruz), la descabellada estrategia defensiva de Clavijo sobre una trama conspiranoide en la Fiscalía se tradujo al poco en la personación de Anticorrupción en la causa. Es decir, que si al lagunero no le gustaba el caldo del incorruptible Joaquín Astor Landete, con María Farnés ya tiene la segunda taza.
Sea como fuere, los hechos son tozudos y veremos cómo se valoran en el Tribunal Supremo si llega el caso, pero mucho más importante que las cuitas procesales de Clavijo es el futuro de Coalición Canaria, dado que la marcha del lagunero abre de par en par el melón sucesorio de una formación política que, no hay que olvidarlo, ha sido y será clave en la política isleña. Y, a este respecto, atención a las islas no capitalinas, habida cuenta de que la fallida renovación generacional de CC era, fundamentalmente, tinerfeña, mientras que Gran Canaria sigue sin aportar nada relevante al proyecto.
Uno de los dos posibles futuribles es Mario Cabrera, a cuyo favor dice mucho tanto su experiencia como el indiscutible hecho de que sin duda centrará ideológicamente a CC tras el fracasado giro conservador impulsado por Clavijo. La otra es Nieves Lady Barreto, que no solo cuenta con un creciente respaldo entre dirigentes de su isla natal y de Tenerife, sino que también puede pedirle a Antonio Castro que le explique cómo logró mandar en Coalición Canaria desde La Palma.
TINERFE FUMERO