Anouar G. caminaba por Frankfurt, de camino a coger el tren, cuando encontró un papel en el suelo. Cuando se agachó a cogerlo vio que era un cheque a nombre de la compañía de golosinas Haribo. Tenía un valor de 4,6 millones de euros, por lo que su sorpresa fue mayúscula.
«Había una suma tan grande que ni siquiera podía pronunciarla», declaró Anouar al citado medio. El hombre cogió el papel y, sin pensarlo dos veces, decidió avisar a la empresa de golosinas, que lleva más de 100 años en el mercado.
Al ponerse en contacto con ellos le pidieron que rompiera el mismo y que mandara fotos del documento roto. Así lo hizo Anouar, que, días después recibió un regalo de Haribo: seis bolsas de gominolas.
«Me pareció un poco cutre», se quejó. Tal y como informa Insider, este tipo de regalo es el paquete estándar que acostumbra a mandar Haribo como agradecimiento. Sin duda, un presente que no vale ni un 1% de aquellos 4,6 millones de euros.