Ayer los guardacostas mauritanos rescataron a siete emigrantes subsaharianos de una patera con destino las Islas Canarias que partió hace dos semanas y en la que viajaban unas 40 personas más, en ella murieron al quedarse sin comida ni agua.
Según fuentes de seguridad de la localidad costera de Nuadibú, donde se encontró la patera con los supervivientes, los fallecidos formarían parte de un grupo de más de 50 emigrantes, mayoritariamente senegaleses y malienses, que salieron el pasado 1 de agosto de Marruecos con la intención de alcanzar las islas españolas.
Los supervivientes que consiguieron aguantar explicaron a las autoridades mauritanas que, una vez en el mar, el motor de la embarcación se paró y la patera se quedó a merced de las olas.
Con el paso del tiempo, las provisiones de alimentos y el agua potable que llevaban a bordo comenzaron a acabarse, lo que provocó la muerte progresiva de los pasajeros, entre los que había mujeres y niños, relataron las personas que han conseguido sobrevivir.
Estas siete personas se salvaron tras saltar a tierra cuando finalmente la patera llegó, llevada por las olas, a las costas mauritanas.
Los supervivientes fueron atendidos por miembros de la guardia costera mauritana y llevados a la Policía de Nuadibú, que tramitará su expulsión a sus países de origen cuando se hayan investigado las circunstancias del suceso.