La costura dentro del territorio español ha notado un cambio enorme, al igual que la mayoría de empresas en estos últimos meses que han sufrido la crisis sanitaria sin precedentes. La pandemia de la Covid 19, ha transformado los planes de prácticamente todos los ciudadanos y ha permitido a emprendedores surgir e inclusive conocer talentos ocultos.
Miles de personas han perdido su empleo o su salario ha sido drastivamente reducido, tras esta pausa forzada e inesperada para muchos. El hecho de no contar con el empleo de manera completa ha llevado a miles de ciudadanos a explotar sus aficiones y en muchos casos conseguir beneficio de ello.
Algunos ejemplos de este tipo de trabajo se pueden ver en Coserbien y gente como Juana Valero que ha convertido su hobby en casi un trabajo a media jornada del que poder obtener unos pequeños ingresos extra gracias a sus recomendaciones.
Por otra parte, la industria textil, principalmente en ciudades grandes como Valencia o Sevilla e inclusive territorios como las Palmas, ha adquirido nuevos discípulos, de quienes eran trabajadores de la industria hotelera y entretenimiento u por razones que sobra nombran, han necesitado buscar una nueva manera de ganarse la vida, al menos mientras la nueva ola de contagios disminuyas y se inmunicen a los suficientes ciudadanos para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Oportunidades nuevas
Las oportunidades se deben aprovechar y aún en medio de una emergencia mundial, existen recursos para explotar y sectores beneficiados. La costura se puede tomar como uno de ellos y aprovechar el tiempo con una máquina de coser, no sólo hará que la cuarentena sea más llevadera sino además dejará ingresos a sus trabajadores.
Los manteles y cortinas han tenido un alza en el mercado increíblemente, fabricar algunos de ellos en casa, puede ser una manera muy inteligente de generar ingresos. Sin Embargo, los monos y batas hospitalarias también están en alza, claramente por la situación actual.
Moda Flamenca
Otro año oscuro para la moda flamenca, Andalucía busca la manera de no permitir que esta emergencia mundial afecte tan severamente su industria.
La falta de fiestas hunde sin misericordia a este sector, temiendo por ejemplo la anulación de eventos como la feria de Abril en Sevilla, entre otros.
Claramente se espera que durante los últimos trimestres de este año surjan nuevas oportunidades y la pandemia sea aplacada en la península, pero lo informes de epidemiologia, no pronostican un buen escenario, a menos que se logre la meta deseada con la vacunación, lo cual aún está muy distante.
Desastre e intento de rescate
Esta muy golpeado el sector en la península, con una caída del 40% en ventas y pérdidas de más de 7.000 millones de euros, sin dudas deja a la economía textil como una de las más golpeadas dentro del país. Asistir a eventos vía online y no poder visitar las plazas o playas, han condenado a uno de los sectores más populares de España.
Por ello se ha intentado buscar algunas alternativas, tanto para aquellos emprendedores que deciden utilizar la costura como una nueva fuente de ingresos, como para la industria en general y ser una especie de salvavidas en medio de esta tormenta.
Las cifras anteriores reflejan cómo se cerró el año 2020 en el sector moda, se espera que este 2021 no tenga cifras en rojo o al menos no tan escandalosas como las anteriores. Si bien se ha recuperado en parte la realización de eventos y reuniones con las estrictas medidas de bioseguridad, no se logra un número suficiente de participantes que requieran el trabajo de la industria textil a gran escala.
El buen desempeño de las personas que autotrabajan en costura desde hace poco o durante la pandemia, será un factor muy importante para rescatar al gremio en España.
La costura debe valorarse, es un trabajo que aporta mucho a la economía, aporta trabajo e ingresos desde los campesinos que cultivan las plantas o recogen la lana, los transportistas que la trasladan, los miles de manos de obra que fabrican las telas, a su vez las múltiples empresas que fabrican y comercializan sus aditivos.
Los diseñadores que crean los modelos, las costureras que fabrican las piezas, las modelos que desfilan con ellas y el comerciante que lleva el producto al cliente. En fin, una cadena que involucra al menos el 3% de la economía ibérica y da sustento a miles de hogares.
Por esta razón la industria debe ser tomada más en serio por el gobierno, pero es un alivio contar con personas que desde su casa trabaja arduamente para preparar productos para su comunidad y de esta manera salven en parte la industria y generen ingresos para ellos y sus familias con una máquina de coser y ganas de salir adelante.
Mucha voluntad en medio de esta era, puede salvar un sector golpeado por una emergencia mundial.