¿Cómo se distribuyen correctamente las finanzas?
La mayoría de las familias españolas viven al día. Lo gastan todo en alquiler, servicios y comida, y no les queda nada para ahorrar e invertir. Sin embargo, los bajos salarios no son el principal problema. Por desgracia, la mayoría de las familias no saben cómo asignar el dinero, ahorrar y distribuir el sueldo entre las distintas esferas de la vida. Veamos los métodos clave para asignar el presupuesto y mejorar la situación financiera sin cambiar el nivel de ingresos.
¿Por qué se pierde dinero y se vive al día?
Sin duda, la situación financiera mundial también influye en su presupuesto. Según datos oficiales, la economía de España se está desacelerando, y la inflación golpea tu patrimonio. Por eso, acumular dinero sin inversiones no es la mejor idea. Sin embargo, las razones fundamentales residen en tus hábitos y tu actitud:
- No planificas el presupuesto. La mayoría de las familias y personas no asignan el dinero en absoluto, simplemente gastan como les parece. En tal situación, nunca tendrás dinero para ahorrar.
- Eres un comprador impulsivo. Los descuentos y los superventas te vuelven loco. Experimentas emociones brillantes al comprar incluso los artículos más pequeños. Esas compras parecen más reales que un objetivo futuro (por ejemplo, un coche o una vivienda).
- Pierde la cuenta de los gastos. Sobre todo cuando se trata de gastos limitados en el tiempo: préstamos, suscripciones, etc.
- No inviertes. «El dinero hace dinero» no son palabras vacías. Si ahorras sin utilizar el dinero, pierdes su valor.
Por último, pequeños hábitos nos hacen perder miles de euros. No compras productos rebajados, no comparas precios en distintas tiendas y compras comida precocinada en lugar de cocinar. Aunque hay mucho en lo que trabajar, veamos los pasos que puedes dar hoy mismo. Puesto que la planificación es el primer paso, explora las 5 mejores formas de asignar el presupuesto.
Regla 50/30/20: ¿Funciona realmente?
Toda persona interesada en la gestión financiera ha oído hablar ya de esta regla. El principio es fácil:
- El 50% de tus ingresos se destina a las «necesidades». Se trata de dinero para la compra, el alquiler, los servicios públicos, las suscripciones y el pago de préstamos. Las «necesidades» son diferentes para cada persona. Por ejemplo, puede que necesites atención médica especial o que tus hijos estudien en colegios privados.
- El 30% opta por los «deseos». Se trata de dinero para diversión, salir a cenar, conciertos, eventos, viajes y celebraciones. No significa gastar el 30% del dinero cada mes. Puedes reunir el 30% de tus ingresos mensuales para una gran fiesta de cumpleaños o unas vacaciones de verano.
- Por último, el 20% son tus ahorros. Ahorra, invierte, mete dinero en criptodivisas, etc. Estos son activos, guardados para objetivos futuros.
Aunque el método parece eficaz a primera vista, no se adaptó a las finanzas y los niveles de ingresos modernos. La mayoría de los jóvenes dicen que no pueden ahorrar el 20% de sus ingresos a toda costa. En 2024-2025, 60%/20%/20% es una proporción más realista.
Método de los sobres
Este sistema de asignación no contradice al anterior. Digamos que has asignado entre el 50% y el 60% de tu presupuesto a «necesidades» ¿Pero cuáles son tus necesidades en concreto?
En el método del sobre, creas sobres físicos o digitales para cada objeto de gasto de tu vida: alimentación, gastos médicos, facturas, suscripciones, alquiler, necesidades de estudio, etc. Divide tu presupuesto en cada sobre. Por primera vez, reparte el dinero a partes iguales y haz un seguimiento de la situación. Más adelante, podrás distribuir mejor el efectivo viendo qué objetos requieren más y menos.
Aquí está el truco. Una vez gastado todo el dinero del sobre, deja de gastar en esta fuente de gasto durante el resto del mes. Este método estricto desarrolla la disciplina y el pensamiento estratégico. Si te quedas sin dinero para comida, difícilmente te morirás de hambre: busca nuevas formas de cocinar los alimentos que ya tienes, y coge una parte del dinero de «lo que quieres» para cubrir los comestibles esta vez.
«Presupuesto” base cero
Este método procede del mundo empresarial, donde es necesario para que un negocio alcance el punto de equilibrio. En las finanzas personales, funciona de forma algo diferente.
Según el sistema «basado en cero», se asigna con extrema atención, creando una «tarea» para cada euro y cada céntimo. Por supuesto, no significa gastar todo lo que tienes hasta el último céntimo. La idea radica en un presupuesto atento, en el que cada céntimo se gasta en una tarea determinada:
- Antes de que empiece el mes, calcula con precisión tus ingresos mensuales.
- Deduce los ahorros.
- Crea un plan de resultados, contando cada producto que compras y cada factura que pagas. Hasta un abono de 1 euro cuenta.
- Ahora, intenta seguir el plan elaborado sin la más mínima descarga.
Para algunos, un presupuesto basado en cero parece poco realista. Sin embargo, es una forma estupenda de desarrollar la disciplina para las personas que nunca antes han planificado sus presupuestos.
Claro que no vivirás así todo el tiempo. Las compras y los gastos inesperados ocurren. Este método funciona más bien para periodos extremos de la vida, cuando necesitas pagar la deuda o reunir grandes sumas. El objetivo concreto funciona como una capa adicional de motivación.
Conclusión: ¿Qué método elegir?
Cada método requiere un nivel diferente de preparación y responsabilidad. Si nunca has probado a hacer un presupuesto, empieza con el método 50/30/20. Este sistema es el más suave. Este sistema es el más suave; además, aún te queda un 30% o 20% para diversión y entretenimiento. En caso de que no gestiones los gastos, estos «deseos» te servirán como fondo de emergencia.
Si ya se te da bien presupuestar y ahorrar dinero, considera los otros dos métodos. El presupuesto basado en cero puede utilizarse para los periodos en los que necesites ahorrar mucho dinero: se trata de un método extremo, que funciona durante un periodo corto. En otros meses, utiliza el sistema de sobres para asignar tu dinero a las esferas esenciales de la vida.