Abres el móvil, te metes en Instagram y, sin darte cuenta, llevas ya tres anuncios seguidos de superofertas: zapatillas al 50%, un smartwatch casi regalado, “solo hoy” y “últimas unidades” por todas partes. Puede parecer casualidad, pero no. El auge de las rebajas digitales y ese bombardeo constante en redes están pensados justo para eso, para pillarte con la guardia baja y hacer que termines comprando sin pensarlo dos veces.
El problema es que esta emoción y ese clic fácil que damos muchas veces se convierten en la puerta de entrada perfecta para los estafadores que buscan quedarse con nuestro dinero o, peor aún, nuestros datos personales. Entonces, el anuncio que ves es ¿ganga o trampa? Y ¿cómo puedes protegerte?
Gangas por todas partes… ¿o trampas disfrazadas?
¿A quién no le gusta encontrar una buena rebaja? Es abrir cualquier app del móvil o página web y ya tienes delante el último móvil de moda a mitad de precio, deportivas top tiradas de precio o ese abrigo que llevabas meses buscando, pero ahora con un descuentazo irresistible. Además, siempre ponen frases metiéndote prisa o ponen un reloj que va descontando segundos como si se acabara el mundo.
Estos anuncios no solo le hablan a tu bolsillo, sino también a tus emociones: sientes que estás ahorrando, tienes prisa porque “si no lo compro ahora, me lo quitan”, experimentas un subidón por conseguir un chollo antes que nadie… Todo eso nos engancha y nos hace más impulsivos de lo que imaginamos.
Pero, entre tanto ofertón, hay que tener mucho ojo. Sobre todo en esas épocas de locura como el Black Friday, las rebajas de verano o cuando todo el mundo compra regalos. Es en estos momentos cuando los ciberdelincuentes aprovechan para colarnos páginas falsas, descuentos inexistentes o incluso mandan mensajes intentando que caigas en la trampa.
Ten siempre presente que si algo parece demasiado bueno para ser verdad… probablemente sea justo eso: una trampa.
Las trampas más típicas de las “superofertas”
Entre tantas ofertas increíbles, también se cuelan un montón de timos en los que, si te descuidas, puedes caer. Los estafadores cada vez se las ingenian mejor, así que personas de todas las edades pueden convertirse en víctimas. Así que, lo mejor es saber qué tipo de trampas pueden esconder las gangas más jugosas para no caer de cabeza en ninguna.
Aquí van las más comunes:
- Páginas web falsas: clonan webs de tiendas conocidas y te la cuelan con descuentos increíbles. Tú pides, pagas… y nunca llega nada. Si ves una página nueva con precios de risa, piénsalo dos veces antes de comprar.
- SMS y correos que son carnada: mensajitos con “¡Felicidades, has ganado!” o “tienes un paquete pendiente, paga aquí para recibirlo”. Mucho ojo porque el link te puede llevar a una web trampa que busca robarte la tarjeta o tus datos personales.
- Anuncios sospechosos en redes sociales: ofertas milagrosas que aparecen en cuentas con pocos seguidores, comentarios extraños o perfiles recién creados. Si todo huele raro… sal volando de ahí.
- Apps fraudulentas de descuentos: bajarse una app nueva para encontrar rebajas puede salir caro. Hay aplicaciones que solo quieren robarte tus datos o llenarte el móvil de virus.
- Chollos en alquileres y subastas: casas vacacionales que parecen reales o gadgets a precio de saldo en subastas. El resultado suele ser el mismo: pagas y el vendedor desaparece para siempre.
Consejos para esquivar las estafas online
Vale, puede que suene a lo de siempre, pero estos truquillos te ahorran más de un disgusto (y algún que otro euro). Nadie está a salvo de un buen susto digital si baja la guardia, así que antes de hacer clic en ese chollazo, échale un vistazo a estos consejos:
1. Fíjate bien en la web: busca el candadito y el “https”
Antes de poner tu tarjeta o tus datos, revisa en la barra de direcciones que la página empieza por “https://” y que aparece el famoso candado. Si no lo ves, sal de ahí. El candado es la señal de que la web cifra tus datos (los protege) y es más difícil que te los roben.
2. Lee opiniones fuera de la tienda
No te quedes solo con las reseñas bonitas que pone la propia página, busca en foros, otras webs o redes sociales. A veces, una simple búsqueda con el nombre de la tienda te avisa si ya ha timado a alguien antes o si hay algo que huele raro.
3. Ignora enlaces y mensajes sospechosos
Si te llega un SMS, un WhatsApp o un email con una oferta increíble o diciéndote que tienes una entrega pendiente y que hagas clic para más info, pasa de largo. Ni se te ocurra pinchar en enlaces raros ni dar datos por esos canales.
4. No pagues por métodos sospechosos
Si la web solo deja pagar por transferencia bancaria, criptomonedas o cosas parecidas, huye. Mejor usa tarjetas de crédito, Paypal o métodos que tengan protección al comprador. Así, si hay lío, al menos tienes cómo reclamar.
5. Usa tarjetas virtuales o de un solo uso
Hoy en día, los bancos suelen ofrecer tarjetas virtuales o de prepago que valen solo para hacer compras online. Son perfectas para estas ocasiones: si hay problemas, el daño será mínimo y no afectará a todo el dinero que tengas en la cuenta.
6. Descarga apps solo de sitios oficiales
Descarga aplicaciones para comparar precios o buscar ofertas solo desde la Google Play o la App Store. Nunca hagas caso de un link raro que veas por ahí. Las apps raras son una de las trampas más comunes, por lo sencillo que resulta hacer que la gente se las baje.
7. Revisa tu banco después de comprar
Después de hacer compras online, no está de más echar un vistazo a tus movimientos bancarios. Si ves algún cargo raro o que no reconoces, llama rápido a tu banco para bloquear lo que haga falta.
8. Usa herramientas de seguridad digital
No subestimes la ayuda de las herramientas de seguridad digital. Programas como los de Panda Security te avisan si entras en webs peligrosas, ayudan a bloquear malware y estafas, e incluso dan avisos cuando tus datos pueden estar en riesgo.
En resumen: no te la juegues por una aparente ganga
Está claro que a todos nos gusta pillar una buena rebaja, pero cuando algo no te da buena espina, es mejor dejarlo pasar y buscar otra opción. Recuerda: las gangas existen, sí, pero no a cualquier precio.
No te la juegues por ahorrarte unos euros, que lo barato puede salirte muy caro. Compra con cabeza, no con prisas, y si no está claro… ¡No arriesgues tus datos ni tu dinero por un supuesto chollo! Al final, estar tranquilo y seguro vale mucho más que cualquier descuento.