La movilidad sostenible se ha convertido en una tendencia en España. Cada vez son más numerosos los negocios cuyos empleados se desplazan de un punto a otro mediante vehículos que no utilizan combustible fósil. No solo nos referimos a patinetes y bicicletas, sino también a automóviles.
Hacerse con uno de ellos es posible de dos maneras distintas: comprando o, por el contrario, recurriendo a un renting de coche eléctrico. El modelo tradicional, es decir, el de la adquisición del vehículo, sigue siendo la principal elección de muchas empresas. Sin embargo, paulatinamente va en aumento el número de negocios que no dudan en decantarse por la segunda alternativa que hemos sacado a colación.
El renting de coches 100% eléctricos poco a poco va ganándole terreno a la compra convencional. De hecho, todo parece indicar que, en un futuro, en las carreteras españolas habrá más automóviles ‘Cero Emisiones’ de renting que en propiedad. Pero, ¿a qué es debido?
Antes de profundizar en los aspectos positivos, conviene destacar que en este artículo nos vamos a centrar en los beneficios que obtienen las empresas. Ciertamente, los particulares también están recurriendo cada vez más al renting de coches 100% eléctricos, pero los negocios son los que disfrutan de más ventajas, tal como veremos a continuación.
Adiós a las inversiones iniciales estratosféricas
No hay que echar la vista demasiado atrás para dar con una época en la que las empresas de España, cuando querían hacerse con uno o varios vehículos para sus trabajadores, se veían obligadas a desembolsar una enorme cantidad de dinero. Esto era debido a que antaño solo existía la alternativa tradicional de la compra.
Por suerte, la situación en pleno 2024 es completamente distinta. El renting es un modelo que permite a las empresas renovar su flota de forma total o parcial sin que ello acarree un gasto estratosférico. Todo lo contrario: la inversión inicial es muy asequible.
Así pues, no es de extrañar que se haya convertido en la opción preferida por las startups que están creciendo y no disponen de las reservas económicas necesarias para hacer frente a la adquisición de varios automóviles. Por supuesto, también es una alternativa por la que se decantan habitualmente aquellos negocios que, por unos u otros motivos, no tienen una situación económica demasiado boyante, lo cual es muy habitual en la época actual.
La incerteza económica pasa a ser historia
Sea cual sea el sector en el que opere una empresa, es fundamental que pueda planificarse bien las finanzas. Por desgracia, tener un coche 100% eléctrico o de cualquier otro tipo de tecnología da pie a que los imprevistos sean constantes, sobre todo en lo que respecta a las reparaciones.
La situación cambia por completo en caso de recurrir al renting. Esto es debido a que el pago que se lleva a cabo mes tras mes incluye absolutamente todo gasto que pueda derivar de ese vehículo. Más allá de las facturas del taller por cualquier tipo de reparación, también nos referimos al mantenimiento anual -el cual en líneas generales suele suponer un desembolso superior a doscientos euros-, un seguro con buenas coberturas y, por supuesto, cualquier carga impositiva.
El hecho de que se incluya todo no solamente pone fin a la típica incerteza económica. Por si fuera poco, también proporciona un ahorro de tiempo, factor que termina traduciéndose en que la productividad del negocio no se vea mermada lo más mínimo.
Flota que no se queda desfasada al cabo de poco tiempo
¿Recuerdas que cuando hablamos de las inversiones iniciales hicimos referencia a la renovación de la flota? Con el renting de coches eléctricos, llevar a cabo dicho proceso es mucho más gratificante en todos los sentidos, puesto que puede realizarse con una mayor periodicidad.
Atrás quedan los tiempos en los que los empleados tenían la obligación de conducir vehículos con una década de antigüedad o incluso más. El renting permite obtener un coche eléctrico completamente nuevo cada uno, dos o cuatro años, con todo lo positivo que ello conlleva en términos de eficiencia. Por supuesto, las medidas de seguridad son las más punteras del momento, por lo que los desplazamientos de los empleados tienen lugar bajo condiciones óptimas.
De esto no solo se benefician los trabajadores. La propia empresa también sale ganando. ¿En qué sentido? Básicamente en el de ver cómo su branding se ve potenciado. Y es que muchos clientes ven con buenos ojos el hecho de que una compañía apueste de lleno por la movilidad sostenible. El compromiso con el ecosistema es un aspecto que cada vez es valorado más positivamente por toda la sociedad en general.
Como acabamos de ver, el renting de coches eléctricos trae consigo la obtención de múltiples beneficios. Así pues, no sorprende que se haya acabado convirtiendo en una tendencia que ponen en práctica una gran cantidad de empresas españolas.