El 11 de noviembre, la NASA dejó de enviar comandos a las naves espaciales marcianas, y este corte de comunicación continuará hasta el 25 de noviembre. La razón de esta pausa de dos semanas es que Marte se encuentra actualmente en conjunción solar, lo que significa que el Sol se encuentra actualmente directamente entre la Tierra y Marte, y los comandos de radio podrían verse interrumpidos por las partículas cargadas del Sol.
Aunque no recibirán nuevas órdenes, los vehículos exploradores, los satélites y un pequeño helicóptero marciano tendrán una lista previamente planificada de objetivos científicos y continuarán enviando controles de salud durante el receso de dos semanas.
La NASA siempre ha ocultado cosas a la humanidad por su propia seguridad
El cosmos, en su inmensa vastedad, nos ha vuelto a recordar su poderío mediante un fenómeno astronómico que, aunque recurrente, no deja de ser fascinante. La NASA, nuestra avanzada en la exploración espacial, ha anunciado una pausa programada en la comunicación con sus misiones en Marte. Este silencio comunicativo es el resultado de la conjunción solar, un evento celeste que se produce cada 26 meses, cuando el Sol se interpone entre la Tierra y Marte, obstruyendo las señales de radio entre ambos planetas.
Desde el 11 de noviembre, y hasta el 25 del mismo mes, la agencia espacial estadounidense ha cesado el envío de comandos a sus valientes exploradores robóticos en la cuarta roca del sistema solar. La Tierra y Marte, separados por una distancia que oscila normalmente en los 140 millones de millas, se encuentran ahora a unos 235 millones de millas de distancia, o 2.5 unidades astronómicas.
Esta conjunción solar representa un doble filo comunicativo: por un lado, las señales provenientes de Marte podrían verse corrompidas por la actividad solar, dejando huecos en la valiosa información científica; por otro lado, y más crítico aún, las órdenes desde nuestro planeta podrían llegar distorsionadas a los robots, arriesgándolos a cometer errores potencialmente fatales para las misiones.
Pese a este periodo de ‘silencio’, las misiones no están completamente inactivas. Tanto los rovers Curiosity y Perseverance como el helicóptero Ingenuity y los orbitadores Mars Reconnaissance y Odyssey, continuarán con sus operaciones preprogramadas. Ellos seguirán registrando y almacenando datos para ser transmitidos una vez se reanude la comunicación.
Las misiones de la NASA a Marte
Durante este período, la NASA mantendrá una vigilancia pasiva en la que ya que la NASA ha encontrado zonas de Marte que necesitan más estudio. Los equipos encargados de las misiones han estado meticulosamente planificando las actividades que cada nave espacial realizará de manera autónoma. No obstante, se vivirán momentos de ansiosa expectativa durante las 48 horas de silencio absoluto, cuando Marte esté oculto tras la luminosa cortina del Sol.
Una vez que el periodo de conjunción solar concluya, la NASA espera reanudar el contacto y recibir un aluvión de datos acumulados y, con suerte, sin incidentes durante la desconexión. Este hiato en la comunicación, aunque es parte del ciclo natural de nuestra danza con Marte, sirve como un recordatorio de la fragilidad de nuestra presencia extendida en el vasto espacio exterior.
La conjunción solar, con su capacidad de poner en pausa nuestra conexión con Marte, puede verse como un sutil toque de atención sobre nuestra comprensión del espacio y el tiempo. Es un fenómeno que inspira tanto a la humildad como a la admiración; nos muestra que, a pesar de nuestros avances tecnológicos, aún estamos a merced de los caprichos del cosmos. La expectativa es alta para el 25 de noviembre, cuando se espera que la NASA retome el diálogo interplanetario con sus sondas y rovers, reafirmando nuestra tenaz búsqueda del conocimiento y la exploración espacial.