Antes llamados negocios por generaciones pasadas, los emprendimientos siempre han sido de interés general, a causa de la promesa de la libertad financiera. Sin embargo, su auge ha crecido de la mano de la popularidad de los consejos financieros en internet. No es de extrañar que, ante la masificación de la accesibilidad de las pantallas y la producción y consumo de contenido libre, el interés de los jóvenes se haya visto enfocado en los emprendimientos.
También hay que destacar que las crisis económicas han afectado enormemente la percepción de las fuentes convencionales de trabajo y de ingresos, a causa tanto del desempleo como de la desconfianza hacia las grandes empresas. No es de extrañar esta actitud cada vez más marcada, reforzada por los despidos masivos con cada crisis, la inflación y los sueldos promedios relativamente bajos en las naciones hispanohablantes. También hay que destacar que las crisis económicas han afectado enormemente la percepción de las fuentes convencionales de trabajo y de ingresos, a causa tanto del desempleo como de la desconfianza hacia las grandes empresas. No es de extrañar esta actitud cada vez más marcada, reforzada por los despidos masivos con cada crisis, la inflación y los sueldos promedios relativamente bajos en las naciones hispanohablantes.
Lo que pasó durante la pandemia de 2020 fue un golpe muy duro: los despidos masivos con pocos precedentes históricos y las pocas ofertas de trabajo convenientes llevaron a las personas a conseguir otras fuentes de ingreso. Aunque no son muchos los emprendimientos que llegan a ser rentables, eso no detiene a más de uno para probar suerte.
Sobre todo en los jóvenes, estas alternativas de ingreso son muy atractivas porque los empleos convencionales no están convenciendo a esta población. Las carreras universitarias y los trabajos de siempre no están satisfaciendo sus necesidades y generan una gran insatisfacción (y con razón, para ser justos). Esto ha empujado a una masificación del interés de los emprendimientos.
¿Significa que no puedo emprender?
El escenario que te presentamos no es alentador a simple vista, entre la competencia abrumadora, la situación económica global y la alta tasa de fracaso. Sin embargo, tienes que saber algo fundamental: la población joven tiene problemas comprobados con la atención y la disciplina.
La mayoría de los emprendimientos fracasados se debe al abandono de los proyectos, la falta de planificación, el desperdicio de recursos, gastos poco inteligentes y otros aspectos que pueden ser controlables. Todos estos aspectos los pueden manejar si tienes una mejor preparación al momento de comenzar con tu emprendimiento. Ojo, la constancia no te garantiza el éxito en un emprendimiento, pero ataca de una vez una de las causas del fracaso.
¿Algunos consejos para empezar?
Sí, ¡tenemos consejos aplicables que te pueden interesar!
Si estás dispuesto a correr con las grandes responsabilidades que implica ser tu propio jefe y el líder de tu negocio, debes tener en cuenta que enfrentarás varios desafíos, riesgos, compromisos y momentos agrios. Así que para emprender de forma sólida debes tener en cuenta lo siguiente:
1. Plantea una idea viable
Considera que esta idea puede estar relacionada con algo que te apasione, así será más sencillo. Con esto en mente, piensa en algo que entiendas y que te sea fácil de estudiar. Puedes ser un apasionado de la tecnología, de la moda, de la comida, etc. Lo importante es que sea un tema del que te informes con regularidad.
Una vez hayas elegido, haz un estudio de mercado en la zona en la que piensas operar, sea de forma presencial o el público al que dirigirá el dominio web. Una agencia de diseño web puede orientarte en este apartado.
Lo relevante aquí es que el estudio no esté nublado por tus intereses y deseos personales. Por más que te guste algo, deberás ver los resultados con objetividad. Si funciona lo que tienes en mente, da el paso; sino, plantea otra idea hasta que lo logres.
2. Haz un plan de negocios viable
Si no tienes experiencia previa en contabilidad y administración financiera, reúnete con personas con experiencia profesional en estas áreas.
- Describe a detalle tu producto o servicios y entiende por qué es atractivo y cómo se va a vender.
- Haz pruebas de mercado para hacer una prospección de ventas.
- Define cómo va a fluir el dinero que entra y que sale.
- Construye la estructura legal y operativa.
Es crucial que a partir de ahora tus expectativas sean realistas y que evalúes con seriedad los consejos de los expertos que te rodeen.
3. Controla los gastos y haz inversiones inteligentes
Hablando de expertos, lo primero en lo que tendrás que invertir es en sus servicios. Tú tienes la idea y el capital, pero no sabes cómo hacer funcionar el negocio. Esto tenlo claro desde el inicio y valora las áreas en las que trabajan otras personas que te ayudarán con tu proyecto.
No te vayas arriba de una vez con la inversión en infraestructura, la compra o fabricación de tus productos, o en gastos que de primera mano pueden parecer que «te lo mereces». Mientras no tengas unas ganancias sólidas y sostenidas, no des por sentado nada. Opera con lo mínimo necesario para que tu emprendimiento sea productivo, pero sin estorbar a tu trabajo.
4. Adáptate ante la diversidad
Por más que hayas planeado un plan de negocio, es casi imposible que desde el inicio salga tal como lo estableciste con tu equipo. A ver, no se trata de que no lo trates de seguir, solo que deberás adaptarte a las circunstancias cuando cambien. Sé flexible.
De todas maneras, la planificación la irás puliendo en la medida que tu emprendimiento vaya adquiriendo experiencia contigo. Poco a poco verás la viabilidad real puesta a prueba. Tómate esto como lo que es: la oportunidad de ver cuál es la realidad de tu negocio.