La magistrada del Juzgado de Instrucción número 17 de Madrid, en funciones de guardia de detendios, ha acordado este jueves la puesta en libertad del bailarín y coreógrafo Rafael Amargo y de los otros tres detenidos en la operación Codax, entre ellos la pareja del artista y el asistente de producción de ‘Yerma’, Eduardo Santos.
No obstante, a todos ellos les ha impuesto como medidas cautelares la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de acudir cada quince días al juzgado.
Los cuatro serán investigados por la supuesta comisión de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de drogas, y otro de pertenencia a organización criminal.
No obstante, esta calificación penal es inicial y podría variar según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial.
La magistrada, que ha adoptado esta decisión en contra del criterio del fiscal, que había solicitado prisión para los cuatro detenidos el pasado martes, ha valorado para adoptar su decisión, entre otros elementos, el hecho de que los investigados tienen domicilio conocido y arraigo determinado.
El Juzgado se ha inhibido con posterioridad en favor del Juzgado de Instrucción número 48, que es el órgano que tramita este expediente de investigación desde hace meses. Dicho asunto consta de varias piezas separadas y, de momento, todas las actuaciones están declaradas secretas.
El bailarín granadino fue arrestado el pasado martes nada más salir de los ensayos de la obra ‘Yerma’ en el Teatro de La Latina de Madrid, un espectáculo que tenía previsto estrenar este mismo jueves y que finalmente ha sido suspendido.
Tras su detención, el coreógrafo fue trasladado a la Comisaría de Centro, en la calle Leganitos, donde ha pasado dos noches antes de pasar a disposición de los Juzgados de Plaza de Castilla.
En el marco de esta operación, se han practicado varios registros en los que la Policía Nacional se incautó de GHB, ketamina, 2CB y Popper; medicamentos, así como ocho móviles y unos 6.000 euros.
Concretamente, había 100 gramos de metanfetaminas, 40 de ketamina, tres botes de Popper, varias bolsitas de mefedrona, una bolsita de 2CB (más conocido como cocaína rosa, Nexus o Tucibi), dos pequeños botes de GHB (conocido como ‘éxtasis líquido’), una caja de testosterona de la marca Propandrol y un blíster de Viagra; además de una pequeño peso, 8 móviles (uno de ellos de tecnología antigua) y casi 6.000 euros en billetes de 100, 200 y 500 euros.
No obstante, la defensa de Rafael Amargo, el abogado Cándido Conde Pumpido, ha negado que se pueda hablar de organización criminal o tráfico de drogas, dado que las sustancias estupefacientes halladas en el registro de la vivienda del artista no estaban destinadas al tráfico de drogas, sino al consumo propio, y le ha desvinculado del resto de sustancias incautadas en el registro de la otra vivienda, propiedad de otro de los detenidos.
«Ni hay armas, ni hay organización criminal ni hay estructura», ha aseverado el letrado. Igualmente, el abogado consideró un «contrasentido» que la Policía lo sitúe en la «cúspide» de una organización criminal, y por tanto «ganando muchísimo dinero», cuando el coreógrafo «no está en su mejor momento económico». «Si verdaderamente existiera esa organización criminal no tendría ningún problema económico. Yo creo que es un indicio más de que las cosas no son como se cuentan», alegó.
La investigación ha corrido a cargo de la Fiscalía y del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Centro, entre otros. Las pesquisas policiales se iniciaron hace ya un año por menudo de drogas en los barrios de Malasaña y Chueca pero se fue complicando hasta llegar a un grupo criminal.