El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, ha anticipado este jueves que la aerolínea irlandesa se verá obligada a acometer despedidos tras la caída de beneficios y ha señalado que sobran 500 pilotos y 400 asistentes de vuelo en la compañía ‘low cost’.
En un mensaje de vídeo remitido a los trabajadores, O’Leary ha señalado que en las próximas semanas se anunciarán los despidos que, según ha anticipado, se aplicarán a finales de septiembre y, de nuevo, tras la Navidad.
«Esperamos preservar tantos puestos de trabajo como podamos, pero tenemos que responder ahora y tenemos que responder rápidamente a los retrasos en la entrega de los aviones modelo 737 MAX de Boeing y a la amenaza de un Brexit sin acuerdo a finales de octubre», explica en el vídeo a los trabajadores.
El mensaje llega dos días después de que la aerolínea irlandesa anunciara los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal, finalizado el pasado 30 de junio, que cerró con un beneficio de 243 millones de euros, un 21% menos que un año antes, debido a los fuertes aumentos en las partidas de costes.
En concreto, el responsable ejecutivo de la compañía señala que en estos momentos en la aerolínea hay un exceso de más de 500 pilotos y alrededor de 400 asistentes de vuelo.
El anuncio de despidos se produce en medio de la amenaza de huelga por parte de los pilotos de la aerolínea irlandesa para reclamar mejoras laborales. El sindicato que defiende sus intereses, British Airline Pilots Association (Balpa), tiene abierto una votación hasta el próximo día 7 de agosto para decidir si finalmente llevan a cabo esta medida de protesta.
En concreto, las tensiones entre Ryanair y los pilotos se basan en las reclamaciones de estos sobre las pensiones, la pérdida del seguro de licencia, las bajas por maternidad y una estructura salarial justa. En una votación anterior, realizada en junio, el 90% de los pilotos estuvo de acuerdo en secundar los paros.
Asimismo, Ryanair anunció a mediados de este mes de julio que procederá al cierre temporal o indefinido de las bases en algunos aeropuertos con bajo rendimiento o deficitarias a partir de noviembre a causa del retraso en las entregas de los 58 aviones 737 MAX que esperaba recibir para el verano de 2020.