Sara encontró la muerte de madrugada en su propia habitación. Allí murió desangrada después de que, presuntamente, Jaime B. H. su pareja, de 29 años, nacido en Medellín (Colombia) y de nacionalidad española, le clavara un cuchillo en el cuello tras una fuerte discusión que oyeron varios vecinos del edificio número 23 de la calle El Saltadero, una tranquila urbanización en la zona de La Mata, San Isidro (Granadilla de Abona). La joven, de 26 años, llegó a llamar al filo de las 4 de la madrugada al teléfono de emergencias contra la violencia de género, 016, según reveló la directora del Instituto Canario de Igualdad, Mónica Fumero, pero cuando la Policía Local, la Guardia Civil y los equipos sanitarios llegaron al domicilio ya se encontraba en parada cardiorespiratoria. La herida era mortal.
Su abuela, que dormía en la habitación contigua y que compartía techo con la víctima y el presunto agresor, alertada por los gritos, intentó entrar en la habitación de la pareja, pero el presunto homicida cerró la puerta, según informó el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León. Varios vecinos llamaron al 112 para denunciar el alboroto. Algunos residentes en la zona comentaban que no era la primera vez que se escuchaba una discusión en la tercera planta del edificio, aunque no existían denuncias previas. Se da la circunstancia de que la madre de Sara vive en el portón contiguo, el número 21, a apenas una decena de metros de distancia.
El presunto autor de los hechos, sin antecedentes penales, se autolesionó y fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido de las heridas. Agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil realizaron un minucioso registro en el interior de la vivienda a lo largo de la mañana que se prolongó hasta pasado el mediodía. Dos horas antes, el cuerpo de la octava mujer fallecida, supuestamente por violencia machista, en lo que va de año en Canarias era introducido en un furgón funerario para su traslado al Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife, donde se le realizará la autopsia.
“Mira que se lo advertí”, comentaba un amigo de Sara por fuera del lugar de los hechos en referencia a la relación emprendida por la joven leonesa que desde hacía tres meses compartía casa con Jaime. “Era muy buena niña”, manifestaba, visiblemente afectada, otra vecina, un extremo que corroboró la concejala María Candelaria Rodríguez, concejala del Ayuntamiento de Granadilla de Abona, donde Sara realizó prácticas en el departamento de Informática durante tres meses, en 2017. “Era una persona alegre, discreta y tranquila”, explicó la edil.
La puerta de la vivienda quedó precintada y en el balcón podía verse un escobillón, una fregona, un tendedero plegado, cuatro macetas con plantas y dos sillas blancas de plástico, una sobre otra. Transeúntes y conductores que circulaban por la zona se detenían ante el revuelo de medios de comunicación y el despliegue de fuerzas de seguridad por fuera del edificio. La calma fue volviendo a partir de las 13.00 horas, momento en el que varios trabajadores de la construcción, sorprendidos a primera hora por la tragedia, retomaron una obra en la vivienda de la primera planta para la que disponían de varias bolsas de arena y cemento justo a la entrada del bloque.
Sara C. G. llevaba años residiendo en Tenerife y actualmente estudiaba un programa de formación en el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), según informó la agencia EFE. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias confirmó que Jaime pasará entre hoy y mañana a disposición judicial. En su página de Facebook, Sara mantenía algunas fotografías con Jaime a las que acompañó con una frase escrita el pasado 23 de junio que hoy produce escalofrío: “15 años después y hasta donde nos llegue la vida”.
El Ayuntamiento de Granadilla de Abona convocó a mediodía un pleno extraordinario y urgente, que contó con la presencia de todos los concejales, en el que se aprobó por unanimidad decretar tres días de luto oficial y una declaración institucional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. En una sesión presidida por la emoción, todos los portavoces expresaron su condena por el presunto ataque machista y transmitieron su pésame a los familiares de la infortunada joven.
“Para nosotros es una gran pérdida. Todos los grupos políticos hemos manifestado el rechazo y repulsa ante este acto violento y el acompañamiento, solidaridad y pesar hacia toda la familia y amigos de Sara. Ojalá que días como el de hoy no sigan produciéndose. Sara no puede ser un número más, tiene que ser un antes y un después que nos haga pensar qué camino vamos a llevar para que no sigan produciéndose más víctimas por violencia de género”, manifestó al término del pleno el alcalde, José Domingo Regalado.
Condolencias
Al término del pleno municipal, la corporación granadillera, acompañada de los trabajadores del Ayuntamiento y un centenar de vecinos, se concentraron frente al Consistorio, donde se desplegó una pancarta con el lema “El sur de Tenerife, un compromiso por la igualdad” y se leyó un manifiesto en voz del concejal del área social, María de la O Gaspar, en el que se exigió “fortalecimiento de la coeducación en nuestros centros escolares como arma de construcción masiva y de transformación social y más y mejores medidas que favorezcan la detección, protección y prevención en sus múltiples espacios y en todas sus fases, prestando especial atención a las y los menores expuestos a esta violencia”. El manifiesto incidió en que “el machismo no es compatible con la democracia” y que “la violencia contra las niñas, las adolescentes, las mujeres y nuestras mayores nos merma como sociedad. Cada feminicidio es una derrota y un fracaso de las instituciones y del conjunto de la ciudadanía”. Tras la lectura del manifiesto se guardó un minuto de silencio que acabó con un aplauso en memoria de Sara.