Hoy ha trascendido un duro informe en el que se señala la reproducción de varios brotes de sarna en la residencia de mayores Santa Rita II, en Tenerife, y relata deficiencias graves como la desnutrición y deshidratación de los ancianos y la ausencia de especialistas en alimentación
Según relata Radio Club Tenerife, Cadena Ser, un brote de Covid-19 que afectó a mas de doscientos residentes y provocó 20 muertes llevó al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (HUNSC) a asumir en enero pasado la gestión del centro de mayores Hogar Santa Rita II, el de más capacidad de Canarias.
Como consecuencia de esta intervención se elaboró un informe sobre la situación del centro de mayores que señala que “en Santa Rita se encontraron deficiencias de todo tipo que tendrá que evaluar la Fiscalía.
La SER ha difundido hoy el contenido del informe y de las graves valoraciones realizadas por los profesionales sanitarios que indican desde otro brote reciente de sarna hasta desnutrición y deshidratación en grandes dependientes.
El equipo médico del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria detectó “lesiones cutáneas” en su intervención de la residencia. Tras un análisis dermatológico se concluyó que, además de Covid, en la residencía había un brote de sarna (escabiosis). La sarna es contagiosa y el contagio se produce rápidamente por el contacto físico cercano, por lo que se aplicó el tratamiento médico para matar a los ácaros que causan la sarna y eliminar sus larvas de la piel de los residentes contagiados.
La sarna la provocan los ‘Sarcoptes scabiei var. hominis’ unos pequeños parásitos cuya misión es infectar la superficie de la piel. Una vez contraída, la sarna genera erupciones y mucho picor. Su trasmisión es por contacto de piel a piel con una persona infectada; aunque es difícil, también se podría contagiar por compartir ropa o dormir en la misma cama. Los ácaros se instalan bajo de la piel creando unos agujeros y ponen huevos que eclosionan a los 21 días.
En el caso de grandes dependientes que requieren asistencia para beber agua también se hallaron signos de deshidratación. Además, los residentes no ingerían dietas correctamente preparadas a sus necesidades ni existía en el centro un profesional de la nutrición.
Los problemas en el Hogar Santa Rita II no terminan con la intervención de Sanidad en enero pasado. La delegada sindical informó el 25 de junio al director gerente de la Fundación que “se tiene conocimiento de numerosos casos de escabiosis (sarna) entre usuarios del centro pero se ignora el número exacto de los que están afectados“.
Según puede leerse en la carta, “puede haber algunos trabajadores afectados y otros con tratamiento”, añade. Además, la delegada sindical exige la remisión a la mutua colaboradora de la seguridad social, “no admitiéndose que se recomiende por parte de la empresa el inicio de una pauta de tratamiento sin un seguimiento médico competente“, concluye.
El servicio de inspección de Políticas Sociales es el que evalua la calidad asistencial del centro y es absolutamente deficiente, porque es imposible testar la calidad de las más de cien residencias que hay en Canarias con tan solo cinco personas.
Estas personas evalúan cosas tan sensibles como la higiene o los registros de caídas de las personas mayores y dependientes ingresadas en esas residencias. Por otra parte, las condiciones higiénico sanitarias son revistadas por inspectores de Sanidad que también son insuficientes, aunque mucho más numerosos: 125 para toda Canarias.
La Fundación Hogar Santa Rita II es una estructura de cinco edificios con aproximadamente 600 residentes con plazas públicas y concertadas gestionadas en ambos casos de forma privada por una institución religiosa.