El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha desestimado el recurso presentado por un hombre que demandó a su pareja por contagiarle el virus del VIH. Esta decisión ratifica la sentencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que había absuelto a la mujer acusada. La Fiscalía había solicitado hasta nueve años de prisión para la acusada, pero los magistrados concluyeron que no había suficientes pruebas para demostrar que ella fue quien contagió el virus al demandante.
Antecedentes del caso
La primera denuncia se presentó en diciembre de 2019, cuando el hombre acudió a la Policía Nacional de Puerto de la Cruz para acusar a su pareja sentimental de haberle contagiado el VIH. En su denuncia, afirmó que la mujer no le había informado de su condición de seropositiva, a pesar de saberlo desde 2014, cuatro años antes de que comenzaran su relación. Por su parte, la mujer argumentó que su relación no era seria y que el hombre estaba al tanto de su condición seropositiva.
La Audiencia Provincial de Tenerife absolvió a la mujer del delito de lesiones, indicando que no era posible acreditar de manera objetiva que ella hubiera sido la responsable del contagio. Insatisfecho con esta resolución, el demandante presentó un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, recurso al que se adhirió también la Fiscalía.
Uno de los principales argumentos del demandante fue que ambos presentaban el mismo tipo de virus (VIH-2). Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia consideró que este hecho no era suficiente para determinar que la mujer fue la fuente del contagio. Los magistrados subrayaron que no se podía descartar la posibilidad de que el contagio hubiera ocurrido antes de la relación con la acusada y que no había evidencias suficientes para demostrar su culpabilidad más allá de toda duda razonable.
Consideraciones del Tribunal y reacciones
El tribunal destacó la importancia de las pruebas científicas y objetivas en casos de este tipo, donde la carga de la prueba recae en la capacidad de demostrar de manera concluyente la relación causal entre el acusado y el contagio. La sentencia reafirma que, en ausencia de pruebas claras y concluyentes, no es posible imponer una condena.
La decisión judicial ha sido un alivio para la mujer absuelta, quien había sostenido durante todo el proceso que no había ocultado su condición de seropositiva y que su pareja conocía su estado. Este caso subraya la complejidad y la sensibilidad de los asuntos relacionados con la transmisión de enfermedades de transmisión sexual y la necesidad de una sólida base probatoria para cualquier acusación en este contexto.
La resolución del Tribunal Superior de Justicia de Canarias pone fin a un caso que se ha extendido durante varios años, resaltando la necesidad de pruebas contundentes y científicas en la adjudicación de responsabilidades en casos de contagio de enfermedades. La sentencia también refuerza la importancia de la presunción de inocencia y la exigencia de pruebas concluyentes para cualquier condena, recordando que la justicia debe basarse en evidencia sólida y no en suposiciones o indicios insuficientes. Esta decisión subraya la importancia de abordar los casos de enfermedades de transmisión sexual con la seriedad y rigor necesarios, garantizando que todas las partes involucradas sean tratadas con justicia y respeto.