Que las unidades caninas de las distintas fuerzas policiales son uno de los pilares fundamentales en la lucha contra el tráfico de drogas es evidente. Sus duros entrenamientos dan como resultado final una eficacia prácticamente del 100%, por ello, lo que ocurrió ayer en Santa Cruz de Tenerife no es algo que deba sorprendernos, pero no deja de ser curioso.
EL pasado martes, dos miembros de la Subunidad de Guías Caninos de la Unipol se encontraban de patrulla por diferentes parques y zonas de la capital cuando Troy, de repente, marchó raudo y veloz a ‘marcar’ a un hombre que se encontraba sentado en la plaza de Los Sabandeños, en Tomé Cano, portando una mochila. Al ver llegar al perro, esta persona emprendió la huida, dejando caer el bolso, dentro del que se encontraban cinco kilos de hachís. Este veterano animal de nueve años había vuelto a acertar.
Uno de los agentes se quedó custodiando la mochila mientras otro, con la colaboración de compañeros que se encontraban por la zona, lograron capturar al individuo de 48 años de edad, en la avenida de San Sebastián, solo algunos metros alejado de la zona en la que fue detectado.
Además de los cinco kilos de hachís, dentro de la mochila se encontraban 375 euros en efectivo y dos teléfonos móviles que también fueron confiscados por los policías, que trasladaron al detenido antes de ponerlo a disposición judicial.