Los prestigiosos médicos de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick y consultado con otros médicos de diferentes países, se han enfrentado con lo que parece ser una nueva enfermedad cerebral tras el registro de una serie de casos que involucran pérdida de memoria, alucinaciones y atrofia muscular.
Según Jennifer Russell, directora médica, 43 personas padecen ese síndrome neurológico progresivo de origen desconocido, con síntomas similares a los de padecimientos priónicos como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) y sus variantes, incluida la encefalopatía espongiforme bovina, también conocida como enfermedad de las vacas locas.
El 17 de marzo, uno de los principales medios de Canadá, CBC, filtró un memorando interno enviado por Russell a la Sociedad Médica de Nuevo Brunswick y otras asociaciones médicas en el que describe los detalles de los casos. El documento, con fecha del 5 de marzo, reportó que el primer caso conocido fue diagnosticado en 2015. Once casos más salieron a la luz en 2018, seguidos de otros 24 pacientes en 2020. Otros siete fueron reportados en el transcurso de este año y en total, han muerto cinco personas.
«Una nueva enfermedad»
Aunque la edad promedio general de los pacientes es de 59 años (54 años en las mujeres), el memorando señala que la enfermedad afecta a todos los grupos de edad. Hasta la fecha, los casos se han distribuido por igual entre hombres y mujeres, agrega el reporte.
Ahora, un equipo de investigadores, incluidos científicos federales, están intentando determinar si están lidiando con un síndrome neurológico previamente desconocido o una serie de dolencias no relacionadas, pero conocidas, e incluso tratables. El documento indicó que si bien el grupo de casos puede parecerse a la ECJ, las pruebas hasta ahora han descartado enfermedades priónicas conocidas.
El 18 de marzo, Russell confirmó que «lo más probable es que se trate de una nueva enfermedad», y agregó que «no hemos visto esto en ningún otro lugar» en Canadá.
Síntomas y causas
Alier Marrero, neurólogo que dirige la investigación de New Brunswick, señaló que los pacientes inicialmente se quejaron de dolores inexplicables, espasmos y cambios de comportamiento, todos síntomas que podrían diagnosticarse fácilmente como ansiedad o depresión.
Pero entre los 18 y los 36 meses comenzaron a desarrollar deterioro cognitivo, atrofia muscular, babeo y bruxismo. Varios pacientes también comenzaron a experimentar alucinaciones aterradoras, incluido el delirio de formicación (sensación semejante a un rastreo de insectos sobre o debajo de la piel).
Con el fin de incluir un nuevo caso en el «grupo» de Nuevo Brunswick, Marrero y su equipo llevan a cabo un extenso estudio del historial del paciente, así como pruebas que incluyen imágenes cerebrales, exámenes metabólicos y toxicológicos y punciones lumbares, para descartar otras posibles enfermedades como demencia, trastornos neurodegenerativos, trastornos autoinmunes y posibles infecciones.
El equipo ha consultado a expertos en neurología, salud ambiental, epidemiología de campo, zoonótica y toxicología para comprender mejor qué podría estar causando la misteriosa enfermedad. Además, se está trabajando para determinar si existe un vínculo común con los casos o alguna causa ambiental, incluidas las fuentes de agua, las plantas y los insectos.
La noticia de la enfermedad desconocida ha suscitado preocupación tanto entre la población, como entre la comunidad científica. Sin embargo, los expertos han advertido que no se debe sacar conclusiones prematuras.