A pesar de lo satanizado que ha sido el concepto, cada vez son más las parejas que se atreven a encontrar en el BDSM nuevas formas de escapar de la rutina. La característica que define a esta serie de prácticas eróticas y sexuales es el establecimiento de roles de sumisión y dominación.
De esta manera, no existen reglas establecidas, cada quien elige la forma de vivir la experiencia. En muchos casos, todo empieza con la incorporación de juguetes BDSM, los cuales se convierten en herramientas para estimular el deseo y la fantasía.
¿Qué son los juguetes BDSM?
Como su nombre lo indica, hablamos de accesorios especialmente diseñados para practicar BDSM. De esta manera cumplen dos funciones: por un lado, contribuyen a las dinámicas de poder y, por el otro, incrementan la intensidad de las sensaciones.
Actualmente, podemos encontrar una amplia variedad de opciones para elegir. Sin embargo, a grandes rasgos, existen tres tipos de juguetes bien diferenciados:
Juguetes de sujeción
En esta categoría se incluyen los juguetes que dificultan o impiden por completo la movilidad. Debido a su naturaleza, suponen una de las principales opciones para iniciarse en la práctica, ya que la persona renuncia al control, mientras la otra experimenta la sensación de poder.
En este grupo se incluyen las clásicas esposas BDSM, las mordazas, los collares, así como las cuerdas, e incluso, algunos arneses y columpios.
Juguetes de penetración
Dentro de la larga lista de productos de penetración es posible encontrar juguetes con y sin sistema de vibración. La elección de uno u otro depende del nivel de placer que quiera ofrecer el dominante al sumiso.
Las opciones abarcan desde dildos y plugs anales, hasta kits completos que contienen diferentes tipos de tampones para sexo anal.
Juguetes de golpe
Aquí entran los látigos BDSM, al igual que las palas de cuero y otros juguetes diseñados para provocar dolor, pero sin llegar a hacer demasiado daño. El objetivo de ellos es estimular la excitación y acelerar el orgasmo.
Desde el punto de vista del dominante, aumentan sustancialmente la sensación de control sobre el sumiso, por lo que son especialmente útiles para los amantes del sadismo y masoquismo, ya que permiten cumplir sus más oscuras fantasías.
¿Cómo incorporar los juguetes BDSM en la vida diaria?
Lo primero que debemos tener claro es que todo debe ser consensuado. La comunicación representa el factor clave para el disfrute al momento de introducir juguetes eróticos.
Si bien cada juguete tiene su forma de uso, uno de los mejores momentos para utilizarlos es durante los denominados “preliminares”, ya que permiten echar a andar la imaginación, y darle el toquecito de morbo necesario para estimular el placer.
Considerando que el bondaje es un juego de roles, antes de comenzar debemos delimitar quién será el dominante. A diferencia de lo que muchos creen, el papel del sumiso no siempre tiene que ser asumido por las mujeres.
Entender el significado real del BDSM
El siguiente punto es entender que el BDSM no es una práctica sexual, sino el conjunto de deseos sexuales y fantasías eróticas experimentadas a través de juegos basados en jerarquías de poder, con el fin de crear tensión sexual. Básicamente, las siglas responden a:
- BONDAGE: una técnica francesa que se basa en la inmovilización.
- DISCIPLINA: implica el cumplimiento de normas y hábitos que cumplirá el sumiso, incluyendo posibles castigos, especialmente, su la etapa de adiestramiento.
- DOMINACIÓN: corresponde al rol que asume la persona que toma el control y ejerce poder sobre la sumisa.
- SUMISIÓN: es el papel de quien otorga total libertad al amo durante la sesión.
- SADISMO: el placer proviene de la idea de infligir dolor a la persona sumisa, sea desde el punto de vista físico o psíquico.
- MASOQUISMO: supone que el dolor físico o psíquico es utilizado como forma de sentir placer
De esta manera, si bien en ocasiones involucra el dolor, hablamos de una experiencia física y emocional destinada al placer mutuo, por lo que amerita, confianza, respeto, consentimiento explícito y establecimiento de límites.
Gracias a ello, el BDSM mejora la comunicación, rompe con la monotonía, fortalece los lazos, estimula la imaginación y brinda la oportunidad de descubrir otras formas de excitación y placer.