La sanidad pública canaria está de jeringa. Y la inyección financiera para 2017 no parece ser suficiente ni como calmante. Oficialmente, los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma incrementan en más de 75 millones de euros la cantidad consignada en 2016, “el mayor crecimiento desde el inicio de la crisis y 192 millones más que en 2011”. Sin embargo, las conclusiones de un análisis realizado por los técnicos de Insucan-CSI.F dejan sin efecto las pastillas del optimismo. El sindicalista José Ángel Amador observa que el presupuesto en Sanidad del próximo año es de 68 millones menos que el ejecutado en 2015. “¡Escandaloso!”, se queja. “Muchas partidas ficticias, pero lo real es lo que se gasta”.
Aparentemente, esta rajada agrava la herida abierta en el seno del Ejecutivo regional (CC-PSOE), en el que su presidente, Fernando Clavijo, y la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, afrentaron al titular de Sanidad, Jesús Morera, por un desvío presupuestario que la vicepresidenta, Patricia Hernández, justificó en la escasez de recursos y apeló a la “obligación” de atender a las personas, no tanto a las políticas partidarias. El cierre anticipado de las cuentas decidido por Dávila elevó la tensión, al achacarlo en parte al déficit sanitario. Después, los socialistas celebraron que Clavijo diera “marcha atrás” con los ajustes para el último trimestre de 2016 con la incorporación de cinco millones de euros adicionales y la recuperación de otros diez.
Los números cantan y las letras bailan. Según el proyecto de ley, el presupuesto inicial del área de Sanidad para el ejercicio venidero es de 2.718.927.621 euros (un aumento del 2,9%).
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En Educación, “se beneficia a la enseñanza concertada en perjuicio de la pública”
El presupuesto de Educación experimentará una subida de 42 millones; para “mejorar la ratio alumnos/profesor, impulsar el proyecto Enlaza, fortalecer el programa de uso gratuito de libros de texto o las infraestructuras”. Esta sección supone el 13% del gasto total (1546.628.370).
El sindicato Docentes de Canarias Insucan-CSI.F hace otra lectura de las cuentas autonómicas. “Siguen beneficiando a la enseñanza concertada en perjuicio de la pública”, resume José Ángel Amador. “Las subvenciones a la concertada tendrán unos aumentos mayores que la enseñanza pública, tanto en valores absolutos como relativos. La partida para la educación infantil y primaria disminuye, y dentro de esta, aumentan las ayudas a la enseñanza concertada. Mientras en 2015 se ejecutaron en sustituciones, de infantil y primaria, alrededor de 14 millones, para el 2017 solo se presupuestan 7,2 millones” Además, “no se incluyen fondos para alcanzar el 5% del PIB”.[/su_note]