Lleva seis días en huelga de hambre y dos sin beber nada justo en la entrada de una tienda de Movistar en el centro de Los Cristianos. Su motivo: que no recibe en su piso la fibra óptica que le prometieron hace un mes.
Óscar Ángel Citro, de unos 60 años, es psicoanalista y escritor con más de 50.000 seguidores en las redes sociales, y considera imprescindible Internet para desarrollar su trabajo, e incluso, dice, “para que mi mujer, ucraniana, se pueda conectar con sus padres que están enfermos”, señala.
Citro nació en Argentina, pero a los cinco años emigró a Italia, por lo que no habla castellano. Hace poco más de un mes que trasladó su residencia hasta Los Cristianos, alquilando un piso en el edificio Don Manuel, por seis meses pagados por adelantado. “El piso tenía conexión ADSL y me dijeron que iba a contar con fibra, pero desde el principio me dieron largas”.
Contrató la fibra con Movistar, con 600 megas, “pese a pagar 81 euros al mes por los 60 que me ofrecía Vodafone, porque me garantizaron que me la ponían en 5 días, mientras que Vodafone tardaba 15”, comenta.
El escritor de La Medicina della Nouva Era, su último relato sobre la curación sin medicamentos, recibió, según él, una y mil excusas para no recibir tal cantidad de megas en su casa, en un edificio anexo al Julián José que colapsó hace algo más de dos años en la calle Valle Menéndez. “Es verdad que la fibra óptica no está desplegada en esa calle, pero sí en las que están cerca, y yo me siento estafado porque nunca me dijeron que no podía tener ni 300 ni 600 megas”, comenta.
Un vecino del mismo edificio corrobora la versión del italiano, que además comenta que ha habido problemas con la comunidad del edificio para desplegar la fibra óptica.
Desde Movistar se indica que “estamos tratando de solventar el problema, pero hemos tenido unas dificultades con los registros que esperamos resolver pronto”. Pese a ello, Citro mantiene la huelga de hambre y de sed -en este último caso, la primera que superaría los tres días- para lograr conectarse con sus seguidores de todo el mundo.