La creación del globo aerostático, en 1709, corresponde al sacerdote Jesuita Bartolomeo de Guzmao cuando ante el Rey de Portugal Juan V, hizo un globo sencillo de aire caliente que se elevó solicitando su patente ante el monarca. Por lo que, desde esos tiempos los poderosos usaron el cielo para distintos fines.
Sin embargo, los primeros vuelos en globo son atribuidos a los hermanos Montgolfier del 4 de junio de 1783 en Francia, por cuanto hicieron una presentación en vivo que fue ampliamente divulgada por la prensa. Estos artefactos, muy rudimentarios, fueron tripulados por animales de granja y volaban a merced del viento, puesto que no sería hasta el año 1900 que se diera a conocer la tecnología que permitiera propulsarlos y maniobrarlos a voluntad.
Avistamientos de ovnis
En 1883, el astrónomo José Bonilla vio desde el observatorio de Zacatecas, México, 143 objetos circulares volando a través del disco solar, y tomó una fotografía de los objetos. La película muestra varios objetos en forma de tabaco y formas fusiformes (de huso). El escaso desarrollo tecnológico de la época en relación a los objetos con capacidad de volar era claramente conocido por los medios por lo que tras este fenómeno comenzaron a hablar de marcianos.
En 1895 el astrónomo italiano Schiaparelli y el estadounidense Percival Lowell, observaron unos canales en la superficie de Marte, que según su hipótesis, habrían sido construidos por inteligencias superiores extraterrestres y utilizados para transportar agua.
Entre noviembre de 1896 y mayo de 1897 se observaron misteriosas aeronaves propulsadas por hélices y decoradas con luces eléctricas sobre California y Texas. Esta sucesión de avistamientos, volvió a ser considerada por los medios de comunicación de la época como la primera oleada ovni de la historia u volvieron a referir a posible marcianos.
¿Operación psicológica?
Los escépticos como Mark Pilkington, editor de la revista Magonia, creen que estas aeronaves nunca existieron y que simplemente fue una operación de la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos. Asimismo, lo expresa el señor Reid, estudiante de doctorado y especialista en espionaje científico, quien recientemente en Twitter manifestó que estos «dirigibles misteriosos» de 1896-1897, fueron una operación psicológica de la Oficina de Inteligencia Naval, en parte para presionar a España para que vendiera Cuba a Estados Unidos.
Para demostrarlo, dio a conocer un artículo del Diario de San Francisco de fecha 25 de Noviembre de 1826, donde exhibe patentes de objetos voladores con el título: “Misión de la aeronave”, probablemente sería usada para destruir a la Habana, en manos del Fiscal General Hart. También mostró declaraciones de supuestos representantes legales de Hart, quien afirmaba que se usarían las naves para ayudar a los rebeldes cubanos contra España.
I suspect that the 1896/7 «mystery airship» waves were an early Office of Naval Intelligence psyop, partially intended to pressure Spain into selling Cuba to the US. Prior to the Spanish-American war in 1898 the US made secret bids to buy the island, which Spain rejected. Short🧵 pic.twitter.com/Q3PHt2O0pK
— Reid (@seriations) September 19, 2022
Por otra parte, es cierto que antes de que estallara la guerra hispano-estadounidense, el presidente de ese país, James Polk ofreció a España 100 millones de dólares para comprar la isla, pero la idea fue rechazada.
También el artículo ilustra un dirigible o catamarán destinado a la guardia costera patentado en 1892 por Charles Bechtell de Udall, Kansas, USA. Según la nota, Hart hizo el anuncio de que la aeronave sería usada por la insurgencia cubana. Los cubanos luchaban desde 1868 por su Independencia.
En esa época, Estados Unidos realizaba una expansión ilimitada de sus territorios y ayudaba secretamente a los cubanos en su independencia. En la guerra que nos ocupa se mostró por primera vez la prensa amarillista y la propaganda, impulsada por John O’sullivan que en 1845 usó el término “destino manifiesto” con objeto de impulsar la anexión de Texas y Oregón a los Estados Unidos en la guerra con México. Fue precisamente en esos dos territorios donde ‘casualmente’ se dejaron ver estos nuevos dirigibles.
La guerra hispano-estadounidense
Fue un conflicto bélico que enfrentó a estos dos países entre los meses de abril y agosto de 1898. El resultado del enfrentamiento, que duró tres meses y medio, fue la derrota de España y la pérdida de sus colonias de ultramar: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.
Según nuevas hipótesis los objetos aéreos fueron usados como una maniobra psicológica de defensa para evitar el desarrollo por España del submarino Isaac Peral, el cual hubiera inclinado la balanza en esta guerra a favor de España.
La causa de esta contienda fue la explosión del acorazado Maine el 15 de febrero de 1898 y la acción de la prensa amarillista, exacerbando a la opinión pública, Un mes después comenzó la guerra. Estudios posteriores, y en particular, una investigación llevada a cabo en 1975 por el Almirante Hyman Rickover, quien reunió canidad de documentos, informes y otras evidencias, concluyeron que fue una fuente interna la causa de la explosión y no algo llevado a cabo por los españoles premeditadamente.
Existe también una crónica sobre la propaganda de guerra que Estados Unidos utilizó en este conflicto, desarrollada principalmente por William Hearst, que trató de legitimar la intervención de Estados Unidos en Cuba.
Conociendo estos acontecimientos, no es una locura pensar que, con el avance de la tecnología, se hayan creado naves (que parecen naves extraterrestres) para espiar países rivales. De hecho, algunos afirman que esto lo pudiera estar haciendo Rusia para espiar a EE. UU.