El Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (CIAI) que se encuentra en Tenerife, es una de las estaciones de referencia internacional del programa de vigilancia atmosférica global (VAG), de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), por su observación y análisis del clima subtropical del Atlántico Norte, y la valoración de las consecuencias de los gases de efecto invernadero, monóxido de carbono, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, los niveles de radiación solar, de ozono, los aerosoles atmosféricos, y otras partículas en el aire.
Una de las principales investigadoras principales del CIAI, Omaira García, señaló al DIARIO que este primer Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) proyecta para Canarias “escasas precipitaciones, debido también a la menor llegada de los alisios, lo que nos abocará a la sequía”, así como el aumento de temperatura “de forma más acentuada en las zonas más altas”.
García destacó que este informe de base científica “apunta a una situación bastante demoledora”. Si el anterior ya señalaba los efectos que estamos observando, “el actual apunta inequívocamente a la contribución humana al cambio climático. Cuantifica de una manera certera el calentamiento observado en 1,07ºC (grados centígrados) a nivel global, pero no es uniforme, y “en zonas de alta montaña como en el Observatorio de Izaña, las cumbres de Canarias o lugares de altas latitudes como el Polo Norte o La Antártida, ese aumento es mucho mayor”.
También establece que “se acentuarán los fenómenos extremos, es decir, habrá lluvias, ciclones y huracanes muy abruptos con periodos de sequías más intensas y olas de calor más duraderas”.
En Canarias “habrá escasas precipitaciones, lo que nos abocará a épocas de sequías, debido a la menor llegada de los alisios”. Se estima que “aumentará la temperatura entre 1,5ºC y 4ºC y la horquilla en las sequías oscilará entre el 10 y el 40%” en nuestra zona subtropical. “Sufriremos un calentamiento quizás un poco más acentuado en las zonas más altas de las Islas, una disminución paulatina de las precipitaciones; a largo plazo, tenderemos a la desertificación, y una intensificación de los eventos extremos tanto con la llegada de olas de calor, como tormentas subtropicales”.
Además, como isleños, veremos cómo aumentará el nivel del océano. “No, en la magnitudes de grandes territorios peninsulares o continentales, donde un pequeño incremento supondrá una devastación para la población, pero sí estaremos afectados, sobre todo con pérdida de algunas playas y casas de pueblos costeros, pero como tenemos una orografía agreste y las poblaciones no están tan bajas como el nivel del mar, no será tan crítico como en otros lugares”.
NUEVO EQUILIBRIO NECESARIO
Cuestionada sobre si hemos llegado a un “punto de no retorno”, Omaira García aseguró que “los sistemas de forma natural evolucionan, tienden a buscar un estado de equilibrio, y en el próximo tendremos una temperatura mayor. El problema es conocer cuáles serán las consecuencias climáticas de este nuevo equilibrio y tenemos que adaptarnos tanto los humanos como el resto de especies”. “Parece irreversible volver a bajar ese grado de temperatura en 2100.
“En las últimas cuatro décadas se ha producido el incremento de temperatura más acelerado de los últimos dos mil años, y eso es importante, porque no es lineal y predecible”, sino porque “llegaremos a esos puntos de inflexión o no retorno casi impredecibles”. “Es poco realista pensar que solo subirá de 1,5ºC a 2ºC, pues los datos apuntan a un escenario más dramático”. “Los niveles de dióxido de carbono no se han registrado así en los últimos 800.000 años. El cambio climático ha venido para quedarse, y no quiere decir que sea irreversible, sino que evolucionará hacia otro punto de equilibrio, y habrá que pensar en la mitigación, la adaptación, el control y la resiliencia. Vamos a tener que adaptarnos”.
El segundo informe de la IPCC que aborda los temas de impacto, adaptación y vulnerabilidad, se espera para febrero de 2022. Un mes después verá la luz el documento sobre los procesos de mitigación y el resumen definitivo llegará en septiembre.