Doble alegría. Más allá de la victoria que firmó el Club Deportivo Tenerife frente al Mirandés, el equipo contó en la última jornada de liga con el buen rendimiento de Alexandre Corredera. El jugador, ya recuperado por completo de la lesión que le hizo pasar por el quirófano el pasado mes de septiembre, fue determinante en la dinámica grupal del juego, sobre todo a nivel creativo. Con esta, ya son seis las fechas oficiales en las que el centrocampista ha participado, dejando además un promedio de treinta y cuatro minutos por encuentro. La incertidumbre que todavía sobrevolaba en torno a la plenitud de su estado de forma acabó desapareciendo el sábado.
Si bien es cierto que el futbolista se encuentra en la actualidad casi al cien por cien de su capacidad física, el interrogante que venía condicionando su presencia en el campo también tiene un trasfondo táctico. El reto del catalán es evidente: hacerse de nuevo con una plaza dentro del once de Luis Miguel Ramis. Sin embargo, la pareja de baile formada por Aitor Sanz y José Ángel Jurado, que están cuajando una interesante segunda vuelta en la medular, no parece ponerlo fácil. En este sentido, los pronósticos en las casas de apuestas nuevas no terminan de reflejar una predilección por Alexandre.
El técnico volvió a confiar en la calidad y en el criterio de Corredera frente al Mirandés. El seis blanquiazul saltó al césped del Heliodoro en la segunda mitad y dispuso de hasta cincuenta y dos minutos, su actuación liguera más prolongada. Tocó, repartió, hizo circular la pelota y dejó claro que puede adueñarse de un sitio en el once. Con el apoyo de la grada y el mimo de su entrenador, el centrocampista recobró cierto protagonismo en la sala de máquinas, algo que viene acordando con el propio Ramis para que se produzca de forma progresiva.
La adaptación, qué duda cabe, está resultando esperanzadora, y es que el cuerpo técnico sabe perfectamente que el futbolista necesita continuidad para ir ofreciendo lo mejor de sí mismo. Aunque todavía no se ha dado el momento para que el pivote disfrute de un partido íntegro -el último fue hace cinco meses-, las opciones de que así sea entran ahora en una línea ascendente. De hecho, Álex Corredera jugó este sábado su segundo duelo consecutivo desde que dejará atrás la enfermería.
Al filo de una salida y en fase de intermitencia
El arranque de 2023 no ha sido fácil en todo este asunto, teniendo en cuenta que el jugador experimentó algunas molestias en la fase de reincorporación y que los planteamientos tácticos de Ramis redujeron un poco su presencia en las alineaciones. El contexto llegó a ponerse tan oscuro que incluso Corredera y su agente contemplaron la posibilidad de buscar un nuevo club en el horizonte invernal. Frente a esto, la entidad tinerfeña mostró su rechazo desde un principio, acogiéndose con decisión a la cláusula de ocho millones de euros que figura en el contrato del centrocampista.
No fue esta la primera vez que sonaron campanas de traspaso en torno a la figura de Alexandre. Ya en el último periodo estival hubo algún equipo dispuesto a hacerse con sus servicios, pero las molestias que tenía el futbolista antes de pasar por la sala de operaciones influyeron negativamente en su rendimiento. Sin ir más lejos, estas ya venían produciéndose desde el final de la campaña anterior, y aun así no fueron del todo pobres los registros del blanquiazul: casi tres mil minutos en cuarenta citas.
Corredera gozó de treinta y tres titularidades a lo largo del curso 2021/2022, una cifra que contrasta descaradamente con las cinco veces que ha salido de inicio en el presente campeonato. En este sentido, la previsión que se desprende de las decisiones de Ramis invita al optimismo, y es posible que el medio gerundense retorne pronto al once principal. La tarea no le resultará sencilla, puesto que para destronar a los pivotes actuales hace falta largo plazo. “El año es largo y habrá momentos para todos”, sostuvo recientemente el jugador, que no pierde la fe.
Desde que abandonó el quirófano, el papel que está asumiendo Corredera en el calendario del Tenerife está siendo el de revulsivo. Bajo esta función ha participado ya en seis encuentros, cuatro de ellos ante equipos que habitan en la zona baja de la tabla; la última vez que entró de titular fue en diciembre, en el partido de Copa del Rey contra el Pontevedra. También ha habido jornadas en las que ni siquiera ha salido del banquillo, por lo que a día de hoy es la intermitencia el estado que define su participación.
Tras medio año compitiendo con dolor y jugando incluso infiltrado cuando el grupo le necesitó, el seis del conjunto isleño fue operado en septiembre para ponerle remedio a una sesamoiditis del pie derecho. La recuperación lo ha dejado fuera de las convocatorias durante meses, pero parece que todo marcha según lo previsto, que cada vez está más cerca la mejor versión del gran futbolista que siempre ha sido a lo largo de su carrera.