El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha afirmado este viernes que aún no se ha planteado solicitar el estado de alarma en las islas porque hay margen para «doblegar» la curva de contagios y se optará por reforzar las medidas de seguridad y la imposición de sanciones.
En una rueda de prensa celebrada tras la reunión de la Junta de Seguridad ante el alza de contagios en el archipiélago, especialmente en Tenerife, ha dicho que se va «redoblar» la actividad de los diferentes cuerpos policiales para hacer frente a los «botellones, fiestas clandestinas e incumplimientos» diversos en establecimientos comerciales y de restauración, empezando este mismo fin de semana y a lo largo de todo el mes de julio.
Además, ha abierto la puerta a cerrar algunas playas o implantar restricciones de acceso dado que son lugares de muchas concentración de personas.
Torres ha apuntado que solicitar el estado de alarma para la comunidad autónoma «no está sobre la mesa» porque aún se está «a tiempo» de corregir la tendencia actual aunque ha admitido que si a principios de agosto no baja la incidencia de la pandemia, se estudiará su aplicación.
El presidente canario, que ha comparecido junto a su homólogo en el Cabildo tinerfeño, Pedro Martín, ha pedido «responsabilidad», especialmente a los jóvenes, dado que es el grupo más afectado por los nuevos contagios.
TRES FALLECIDOS MENORES DE 39 AÑOS
«Nos estamos jugando mucho, la salud y la economía de las islas, y los jóvenes no son inmunes», ha comentado, subrayando que desde el pasado mes de abril, un total de 47 personas menores de 39 años han sido hospitalizadas, con cinco en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y tres fallecidos.
Además, ha comentado que a raíz de la generalización de las nuevas variantes, como la británica o la delta, la Covid-19 se transmite «de manera más veloz», por lo que en el caso de Tenerife, la isla más afectada, ha pedido a los ciudadanos que «aprovechen la oportunidad» del cribado masivo en Barranco Grande, La Cuesta y Granadilla, y la jornada de 24 horas de vacunación del próximo domingo.
Torres se ha mostrado convencido de que se va a «superar» la actual situación y se llegará al mes de agosto con una incidencia acumulada más baja –ahora mismo está por debajo de la media nacional, con 72,06 casos por 100.000 habitantes a los 7 días y 129 casos a 14 días–, pero ha alertado de que la pandemia está creciendo de forma «meteórica» en toda Europa.
Asimismo, ha reconocido que sin el estado de alarma, el toque de queda, los cierres perimetrales o la limitación de reuniones, el Gobierno tiene «menos herramientas» para incidir en el control de la pandemia, al tiempo que ha defendido el criterio de niveles de alerta epidemiológica, pues caso en contrario, todo el archipiélago hubiera terminado en nivel 4.
SIN TURISMO: «BANCARROTA ABSOLUTA»
El presidente ha dicho también que si se respetan los suministros, se mantiene el objetivo de cerrar julio con el 70% de la población vacunada, y destacado que la subida de la incidencia acumulada, aparte de efectos sanitarios, lastra la llegada de turistas.
Según Torres, aunque entre en vigor el certificado verde europeo, con unas cifras diarias de más de 300 contagios, muchos países pueden desaconsejar a sus ciudadanos que viajen a Canarias y el archipiélago no tiene otra alternativa que el turismo. «Nos puede llevar a la bancarrota absoluta», ha indicado.
Pedro Martín, por su parte, ha pedido una «reflexión» conjunta a toda la sociedad para tratar de bajar los contagios y controlar la pandemia aunque la situación de los hospitales en la isla no sea «crítica», si los pacientes en UCI se han duplicado.
Ha insistido en remarcar que «saltarse la norma no puede salir gratuito» y aunque las sanciones se retrasan muchas veces porque se interponen recursos, finalmente van a llegar –solo la Delegación del Gobierno ha tramitado 60.000–.
Además, ha advertido del daño económico que genera esta reactivación de la pandemia pues para este verano, Tenerife es el destino turístico nacional con más reservas de visitantes peninsulares «y ese trabajo hecho se puede venir abajo» si se empieza a recomendar no viajar a la isla.