Canarias es la comunidad autónoma que presenta mayor exclusión social, con el 29% de la población, según revela el VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, seguida de Extremadura (23,2%), Baleares (21,5%), Comunidad Valenciana (20,3%), Cataluña (19,3%), Andalucía (18,6%) y Murcia (18,5%). Por el contrario, las que menos exclusión presentan son La Rioja (11,3%), Cantabria (11,8%) y Asturias (14,4%).
Un total de 2,1 millones de personas en España viven con la incertidumbre de quedarse sin vivienda, el 4% de los hogares, según el estudio, que “constata un enquistamiento de la exclusión social” y refleja que “la vivienda se ha convertido en el principal factor para caer” en ella.
El trabajo fue elaborado por 125 investigadores de 30 universidades y 13 organizaciones de investigación, liderado por la Fundación Foessa, de Cáritas, y se basa en una encuesta a 29.000 personas de 11.600 hogares.
De los datos se desprende que un total de 8,5 millones de personas están en situación de exclusión social, el 18,4% de la población, casi 7 puntos menos que en 2013, pero todavía son 1,2 millones más que antes de la crisis. Además, de ellos, 4,1 millones sufren exclusión social severa y más de 1,8 millones forman el grupo de “expulsados”, que “acumulan tal cantidad de dificultades y de tal gravedad que exigirían una intervención urgente”. Son el triple que en 2007. “La exclusión social se está enquistando. Son 1,2 millones más que en 2007. Esa es la resaca de la crisis, la sociedad estancada”, explicó el coordinador del estudio, Guillermo Fernández.
La vivienda se ha convertido por primera vez en el principal factor para caer en la exclusión, como consecuencia de la subida del precio de los alquileres, que en los últimos dos años se ha incrementado en el 30%, adelantando al desempleo. Según el informe de Foessa, el 14% de las personas que trabajan están en situación de exclusión social y uno de cada tres contratos temporales dura menos de siete días. “La mezcla de la baja calidad del empleo y los altos costes de la vivienda es un pack mortal para la gente en exclusión, avisó.
En cuanto al perfil de los afectados, las familias con niños a cargo están más expuestas, en concreto, el 33% de las numerosas y el 28% de las monoparentales se encuentran en exclusión. Asimismo, se evidencian las desventajas de las mujeres destacando la brecha de ingresos en el empleo y en las prestaciones con un “mayor riesgo de empobrecimiento y un acceso más precario a la vivienda”. También pone de relieve que la exclusión tiende a duplicarse en las personas con discapacidad y que el 8,8% de la población ha dejado de comprar medicinas o seguir tratamientos por problemas económicos.